¿Qué más necesita el Partido Popular para pedir la cabeza de Mariano Rajoy? Es cierto que dentro ya existen voces que lo reclaman, pero no son mayoría. La corrupción está demoliendo el partido conservador y necesitan hacer algo más que proclamar que son los adalides de la lucha contra ese cáncer. Por el bien de la democracia española, en Génova 13 deben tomar medidas en serio. El propio Mariano Rajoy, si tuviese un mínimo de decencia, debería dejar la presidencia, tanto del partido como del Gobierno. Ha pasado tiempo desde su célebre “Luis, sé fuerte”, tratando de domar a esa fiera de los datos ocultos del PP para que no abriese la caja de los truenos. Sólo esa frase ya es suficiente para que en un país que se precie de serio le costase la cabeza al presidente. El caso es que cada día que pasa el Partido Popular está más cerca del precipicio a causa de los casos de corrupción. Estos asuntos se están manejando con una torpeza digna de estudio. Ahora el foco está en Valencia, un entramado criminal en toda regla que ha arruinado a los valencianos. Su exalcaldesa no sale de casa. ¿De qué tiene miedo? Rita Barberá es senadora y miembro de la mesa de la Cámara Alta, lo que la blinda doblemente. Esta sospechosa no aparece por la institución aunque sigue cobrando su sueldo. ¿Acaso es esto normal? Rajoy tiene blindada a Barberá tal vez por miedo a que abra la boca y arda Troya. El cerco se estrecha cada vez más y ahora la Guardia Civil está centrada en quien fuese su segundo en el ayuntamiento. Hay que reconocer que en España solamente los jueces y la policía están haciendo bien su trabajo, dejando a los políticos con el culo al aire. Están sacando a la luz todas las vergüenzas del partido que gobierna en funciones este viejo país y el presidente Rajoy se comporta como si no sucediese absolutamente nada. Todas las personas del PP que han sido imputadas y luego juzgadas han contado con el apoyo de don Mariano, que tiene un olfato para oler la inocencia que no tiene parangón. Y es que Rajoy ama locamente a sus criaturas.
Publicado en El Norte de Castilla el 24 de febrero de 2016