Si su cartera se lo permite, váyase de vacaciones, porque se lo ha ganado. Los partidos políticos han puesto a prueba su paciencia y, ahora que ya conocemos los resultados, relájese. Aproveche, no van a dejarle en paz vaya adonde vaya. Manténgase firme, hágame caso, pues cuando regrese se va a encontrar con la misma cantinela de pactos para investir presidente del gobierno y, lo que aún es más importante, un pacto de legislatura. Echando mano de las matemáticas, las cosas no pintan bien. Para que a Mariano Rajoy le sea aplicada la pátina como jefe del ejecutivo, precisa de la abstención de, entre otros, el PSOE. Sí, tal vez pueda convertirse en el jefe de la tribu hispánica, pero otra cosa es legislar, que es la parte magra del Parlamento si se cuenta con mayoría absoluta, que no es el caso que nos ocupa. Demasiados equilibrios enturbian el panorama. Rajoy deberá contar con el apoyo de los nacionalistas conservadores, léase PNV y Convergencia Democrática de Cataluña. Con los vascos puede haber algún entendimiento; con los catalanes, no, que se han desangrado en votos y que se encuentran enfrascados en la cantinela de la independencia. Así las cosas, la primera persona non grata de Pontevedra no tiene la sartén por el mango. Uno de los aspectos que más ha llamado la atención de estas elecciones es que la corrupción no ha hecho mella en el PP; al contrario, ha aumentado en escaños, lo que demuestra que a los españoles les va la marcha, si no es que dentro de cada uno subsiste un corrupto en potencia en cuanto tenga la ocasión de dejarse corromper. La noche electoral del 26-J dejó unas caras de funeral en Podemos, que confiaban en auparse como segunda fuerza política y cuya comparecencia ante las cámaras constituyó un triste poema. Y es que la gente aún tenía presentes los resultados del populismo en Gran Bretaña. Ciudadanos ha perdido votos en beneficio de los populares, es decir, la derecha de toda la vida, sin complejos. Y el PSOE…, en fin. Así que, amigo mío, disfrute lo que pueda, porque el panorama general pinta sombrío a más no poder.
Publicado en El Norte de Castilla el 29 de junio de 2016