Confirmado: en España hay más tontos que ventanas. Esta aseveración no es gratuita. El último caso al que se aplica esta teoría se refiere al tercer grado al que ha sido sometido el jugador de la selección española de fútbol y del Barcelona Gerard Piqué. Durante la celebración del partido que el equipo nacional jugó contra Albania, algunos estúpidos engendraron una teoría repleta de maldad contra el deportista catalán. Según la idiocia ibérica, Piqué recortó las mangas de la camiseta blanca que vestía para que no apareciese la bandera nacional que, supuestamente, debería lucir en las mangas. El defensa portaba una camiseta que previamente había sido cortada con unas tijeras. Un sector de la prensa se fijó en el detalle y comparó la indumentaria del jugador con la vestimenta con la que competía el resto de la selección. La mayoría jugaba con camisola de manga corta, rematada con los colores de la bandera. Sergio Ramos también portaba camiseta de manga larga, esta sin recortar. Las redes sociales echaban humo, alentadas por los dos grandes diarios deportivos de Madrid, autores del viral. Cuando Piqué demostró que no había recortado ninguna bandera y sí las mangas porque le molestaban, esos periódicos dieron marcha atrás y pidieron disculpas. Pero el ganado ya estaba cebado. A Piqué le han pitado cuando tocaba el balón durante los partidos que jugaba con la selección en territorio nacional. Esto constituiría un hecho inaudito en cualquier país de nuestro entorno, pero España es diferente, como siempre. Los borregos que pitan al defensa español no tienen dos dedos de frente pero tampoco la prensa que los inspira. Gerard Piqué ha demostrado su ejemplaridad y entrega en los partidos que ha disputado con el equipo nacional y no merece que se le condene a la hoguera virtual ni impresa. En este asunto los verdaderos responsables se esconden en las redacciones de los diarios como auténticos ‘hooligans’. Harto, Piqué ha anunciado que abandonará la selección tras el mundial de Rusia porque ya no aguanta tanto ensañamiento. Al fin, lo consiguieron.
Publicado en El Norte de Castilla el 12 de octubre de 2016