Ya tenemos plan. El expresidente Zapatero ha dado su visto bueno a la más que posible candidatura de la presidenta andaluza para alzarse como secretaria general del PSOE. Abrazados como dos tortolitos, Susana Díaz apareció con una sonrisa que casi descose su cara pegada al entusiasta de ZP. Menudo aval la respalda. Aún queda tiempo para que los socialistas celebren el congreso para elegir a su líder, pero la gente del partido ya está tomando posiciones. La estructura política de la formación está hecha un desastre y todos recordamos que Díaz habló hace meses de la necesidad de coser un partido desastrado. El caso es que los socialdemócratas españoles están a uvas y no salen de su aturdimiento. Desde la gestora insisten en que hay que seguir hablando y aclarar las ideas para, sí, coser el partido y armar una propuesta sólida con la que presentarse ante los electores. La realidad es que coser, lo que se dice coser, no parece que lo estén haciendo. Soy hijo de sastre y sobrino de modista, así que háganme caso porque lo mamé desde niño. Vi cómo mi padre doblaba la espalda a lo bestia y, comparado con lo que están planteando nuestros queridos socialistas, no veo la misma actitud y menos aún similar aptitud. Susana Díaz no ha trabajado en su vida en la empresa privada. Toda su trayectoria se circunscribe al partido socialista andaluz. Empezó como meritoria y comenzó a ascender siendo buena chica, entregada a lo que le pidiesen los jefes. Años más tarde la nombraron consejera y, quia, una vez caído en desgracia Griñán, le tocó el premio gordo. Esta es la que pretende gobernar en España. Si el futuro de la socialdemocracia en nuestro país ha de recaer en esta mujer, va apañada esa corriente ideológica. Estoy seguro de que cuando habló de coser el partido no tuvo en cuenta los gajes del oficio. Primero hay que tomar medidas al cliente, luego plantear los patrones, marcar con la tiza, cortar, hilvanar, probar y, corregidos los defectos, comenzar a coser y deshilvanar. Otra cosa es cobrar, que tiene tela, porque el sablazo es el deporte nacional.
Publicado en El Norte de Castilla el 21 de diciembre de 2016