Mariano Rajoy está absorto. No comprende cómo es posible que habiendo salvado la unidad de España las encuestas no le sean favorables. Lo publicado durante los últimos días apunta a que Ciudadanos, un partido nacido en Cataluña, sería la formación más votada en unas hipotéticas elecciones. Cómo hemos llegado hasta aquí, se preguntaba el lunes el presidente ante los suyos, en una reunión catártica que pretendía reflexionar sobre los datos demoscópicos y a la que no asistió Juan Vicente Herrera, un mandatario desencantado. El partido de centro derecha de Albert Rivera obtendría más representación en las instituciones que el PP, de la misma línea. El votante ideológicamente cercano a las dos opciones conservadoras se ha preguntado por qué no votar a Ciudadanos si representa lo mismo que los populares, con la notable diferencia de que el primero no está trufado de corrupción. Rajoy gobierna en España gracias a Rivera y el dirigente barcelonés está sirviendo de freno corrector a parte de las políticas que el gallego pretende implantar en el país. Los interminables casos de corrupción por fin están pasando factura. Como sucede en las grandes superficies, gran parte de los votantes se han pasado a la marca blanca; en este caso, no porque sea más barata, sino porque sencillamente huele a limpia. A pesar de todo, el presidente Rajoy confía en que la implantación de su partido en toda España salvaguarde sus planes de futuro.
Quien no levanta cabeza es Pablo Iglesias. Podemos perdería más de millón y medio de votos, lo que en un partido nuevo es significativo. Su discurso demagógico y sus intenciones no quedan claras. La gente se ha dado cuenta de que es puro onanismo político. Además, la posición de Iglesias y los suyos durante la crisis catalana ha provocado que se desangre, habida cuenta de que quienes les votaron en todo el país no eran precisamente favorables a la convocatoria de un referéndum en Cataluña, como defendía el insigne profesor de Políticas. Por su parte, los socialistas de Pedro Sánchez subirían más de lo que merecen. Ya veremos.
Publicado en El Norte de Castilla el 17 de enero de 2018