En pleno fragor del miedo a que un asteroide chocase contra la Tierra, Rubalcaba proponía cambiar el nombre del PSOE por otro de aires más europeos. El pedrusco iba a pasar a veintitantos mil kilómetros de distancia; dio igual, porque parece que su estela rozó al secretario general socialista sin necesidad de impactar directamente sobre su testa. La tríada Rubalcaba-López-Valenciano lleva tiempo calificando como residual la convocatoria de primarias para elegir al mirlo blanco que dé esperanzas a la parroquia. Los afines al capo socialista pidieron a la gente que se centrasen en el debate de las ideas, es decir, una inmersión total en la búsqueda de planteamientos que vuelvan a ilusionar al votante desencantado. Pero tan profunda inmersión les ha llevado al ahogamiento por apnea.
Ha pasado el tiempo y nos encontramos con que no han alumbrado el dichoso ideario catártico. Sólo el reflujo generado por el asteroide sembró en Rubalcaba una idea brillante: cambiar el nombre del partido. En vez del PSOE de toda la vida, pasaría a denominarse Partido de los Socialistas Europeos-PSOE. Sostiene este químico que, así como los estados ceden soberanía a las instituciones comunitarias, lo mismo podrían hacer los partidos nacionales. Y se quedó tan pancho. Está claro que esta idea no se le ha ocurrido a él solo. Son cosas que habla con Almunia y otros iluminados que se comportan como alienígenas de la realidad. Llegados a ese punto en el que se cediera soberanía, dejemos también la socialdemocracia española en manos alemanas. Al menos aquellos tienen la posibilidad de gobernar y malo sería que no fichasen a Óscar López como ministro de algo en Alemania. Pero por qué no ampliar fronteras y ser más ambiciosos: Partido Socialista de los Otros Extraterrestres. Puestos a revolucionar, hagámoslo con un transbordador. Como no hay certeza de que haya vida inteligente dentro ni fuera de nuestro planeta, quizá el futuro de estos genios se encuentre allende la Vía Láctea. Sería la única forma de subir en las encuestas.
Publicado en El Norte de Castilla el 20 de febrero de 2013