Era lo que le faltaba a ‘llámame Alfredo’: una posible coalición de los dos grandes partidos estatales. Parece que alguien está moviendo sus piezas para facilitar la estabilidad frente a la segura fragmentación parlamentaria que se prevé para 2015. Incluso hay quien va más allá y baraja la posibilidad de que Mariano Rajoy aplique sus prerrogativas constitucionales y estire la convocatoria de elecciones hasta enero de 2016, beneficiándose de una supuesta mejora económica. Ambos supuestos son chocantes por la falta de costumbre democrática, pero cosas veredes, amigo Sancho. Los defensores de la coalición defienden que en Alemania se ha venido haciendo sin sobresaltos. De hecho, actualmente Merkel gobierna con los socialdemócratas y antaño Willy Brandt, el correligionario teutón de Rubalcaba, hizo lo conveniente para el país. Nada es descartable, habida cuenta de que ahora importamos los usos alemanes en otras materias.

El dinero es miedoso por naturaleza. Allá donde la estabilidad institucional brilla por su ausencia, los inversores huyen como alma que lleva el diablo, de ahí que el gran capital mire con buenos ojos la alianza política. Lo apuntó Felipe González el domingo y Alfredo contradijo al expresidente al día siguiente, asegurando que mientras él siga al frente del PSOE no hay coalición que valga. Dijo que sobre todo por el interés de España y por el del partido socialista en segundo lugar, pero más bien los últimos serán los primeros. Todo el mundo sabe que esa trampa supondría el derrumbe del partido y el ascenso de la otra izquierda. Y, en el otro lado de la mesa, nos encontraríamos con un PP fortalecido a pesar de los pesares. Podría darse la circunstancia de que los conservadores, favorecidos por una posible recuperación económica, se granjearan la interesada simpatía ciudadana y gobernase en España cien años, casi como el PRI mexicano. Que el PSOE necesita una sacudida es un hecho. Una bofetada dada a tiempo puede resultar más útil que una siesta con abanico. Porque unir no siempre suma.

Publicado en El Norte de Castilla el 14 de mayo de 2014