No todo van a ser malas noticias para los partidos tradicionales por el surgimiento del partido de moda. De hecho, a pesar de que amenazan la estabilidad económica tras una hipotética victoria electoral, Podemos se ha convertido en un aliado inesperado en asuntos semánticos y patrióticos. En España siempre ha estado mal visto el uso del término Patria porque tenía reminiscencias franquistas, sobre todo en los acomplejados de izquierdas, que prefieren el neutro ‘este país’. Pues llega Pablo Iglesias y usa profusamente y con una naturalidad pasmosa la palabra Patria y hete aquí que suena distinta en su boca. Nadie le pita cuando la emplea, incluso le aplauden más. No importa que sea producto de la contaminación hispanoamericana que arrastran los de Podemos, pero no hay mal que por bien no venga. Que tiemblen los fachas: los perroflautas usan y usarán Patria sin complejos.
Siguiendo con el patriotismo, Podemos se ha instalado en todo el territorio nacional, dinamitando el sistema político establecido. En comunidades complejas, como Euskadi y Cataluña, este partido español, nacional o como quieran llamarlo ha arrebatado miles de votantes a las formaciones independentistas, que, según las encuestas, pasarán ampliamente de Bildu, Esquerra y el resto del coro, haciendo un servicio impagable a la unidad de España. Toda esa gente estaba enclavada en el entorno de formaciones radicales y, en teoría, antiespañolas. Ha tenido que llegar Podemos para hacer visible que la intención de voto independentista no es tanta como algunos estiman y quieren hacernos creer.
Con dinero o sin dinero, el fenómeno de Podemos se estudiará en las universidades de medio mundo, porque en lo que dura un suspiro se han apoderado de no pocos corazones en España y fuera de ella. Y otro favor a nuestra maltrecha marca España: Podemos y quienes lo dirigen son jóvenes, preparados y nuestros mejores embajadores, dado que lo que estudiaron ha cundido y todo quisque ha puesto sus ojos en ellos. Eso sí, a PP y PSOE no les queda otra que amancebarse.
Publicado en El Norte de Castilla el 11 de febrero de 2015