Nos ha dejado Cifu, “Cifu para los amigos, es decir, todos vosotros”, como solía decir en sus impagables programas sobre el jazz, Jazz porque sí. Gracias a él y su incomparable conocimiento sobre este género musical, los españoles conocimos la amplia variedad jazzística mundial. Su voz evocadora y envolvente marcó a varias generaciones de aficionados, que encontraron en él a un auténtico apasionado del jazz y de las ondas. Su sitio quedará vacío y no hay sustituto posible para la atmósfera que sólo él fue capaz de generar.
Ya sólo nos quedarán sus podcasts, las grabaciones que cada uno ha ido atesorando a lo largo de los años y los irrepetibles momentos que, a través de RNE Clásica, nos hizo amar a este tipo de música grandiosa.
DEP.