No anheles algo insistentemente, no vaya a ser que se cumpla. Y se cumplió. Cospedal y Aguirre pidieron hace tiempo a los indignados del 15M que si querían hacer política que se presentaran a las elecciones, y no que lanzasen proclamas desde la Puerta del Sol. Pues lo hicieron; petición satisfecha. Desde aquellos históricos días hasta hoy muchas cosas han cambiado en España. Aquellos a quienes bautizaron como ‘perroflautas’ tomaron conciencia, se organizaron y crearon un par de partidos políticos. Se presentaron a las elecciones europeas y obtuvieron un buen resultado. El domingo concurrieron a las municipales y autonómicas y lo cambiaron absolutamente todo. El panorama del bipartidismo languideció y dirigentes históricos e histriónicos han sido despojados de sus poltronas. Mariano Rajoy, aún presidente del Gobierno, compareció al día siguiente de la debacle de su partido, para reflexionar en voz alta, y en carne y hueso. Achacó los resultados al desgaste de gobernar y, en menor grado, a la corrupción. Comparó la situación con el cambio que se produjo en los Estados Unidos con la llegada de Reagan y la coronación de Mitterrand. Qué cosas hay que oír. No ha comprendido nada o, al menos, eso quiere dar a entender. Los recortes y la situación económica han sido determinantes, eso no lo duda nadie, pero el hartazgo de contemplar la corruptela en todas las instituciones del Estado no es un asunto baladí. La gente desempleada o quienes no atisban un horizonte de futuro decidieron quitarse de en medio a toda esa gentuza que se llevaba el dinero a camiones y, claro, con ellos también cayeron las mayorías absolutistas y los sillones eternos. Esto es lo que ha ocurrido el 24M y no las fantasías animadas de ayer y hoy cantadas por Floriano, el brazo tonto del PP, que dejó estupefactos a quienes le oyeron decir que su partido había obtenido unos resultados envidiables. El pueblo volverá a pronunciarse en las generales y su deseo de ventilar los despachos será irrefrenable. Ya ha probado la sangre. Sabe dulce.
Publicado en El Norte de Castilla el 27 de mayo de 2015