Por fin. No sé si más vale tarde que nunca, pero la Policía ha decidido registrar los domicilios de algunos de los Pujol, incluido el padrino de la familia. A estas alturas les habrá dado tiempo a destruir pruebas, no cabe la menor duda, pues el proceso lleva demasiado tiempo abierto. Todo esto coincide con la declaración de los independentistas elevando al Parlament la creación de la república catalana. A los Pujol les habrá dado tiempo a mover el capital embolsado en el extranjero y lo que conservan en España. El expresident se preguntaba hace más de un año en televisión qué coño era eso de la UDEF. Pues bien, la dichosa UDEF ya ha entrado en su casa y a partir de este instante es posible que se entere de qué va esta división policial. Durante su comparecencia en el Parlament, Pujol amagó con sacudir las ramas del árbol, en un contexto en el que parecía amenazar con tirar de la manta contra no se sabe aún quiénes. Ojalá se atreva a hacerlo y se limpie España a fondo.
Recordemos que Pujol fue el gran facilitador de la gobernación de España apoyando en las Cortes tanto al PSOE como al PP. Entonces se aludía al sentido de estado del honorable, de ahí que este ejemplar de catalán subiera a los altares de la política. Esta situación fue creando un halo sacrosanto tanto en él como en su familia, lo que dio lugar a la impunidad con la que han ido engordando su fortuna. En Cataluña todo el mundo conocía los famosos tantos por ciento que tenían que soltar quienes pretendieran acudir a la licitación de obra pública y convertirse en adjudicatario. ¿Por qué no se actuó entonces? Estas cosas siempre se guardan en el cajón de los aparatos del Estado, con la finalidad de destaparlos cuando se crea conveniente. El caso es que el clan Pujol ha sido abierto en canal por las autoridades, pero a estas alturas la destrucción de la documentación que pudiera comprometerles habrá sido un hecho. Los policías muestran su frustración por la tardanza en ordenar el registro de los susudichos, pero el intocable ha dejado de serlo.
Publicado en El Norte de Castilla el 28 de octubre de 2015