Susana Díaz es un veneno. De acuerdo con que el PSOE ha obtenido los peores resultados de su historia reciente en las pasadas elecciones. Pero sucede que la baronesa andaluza está poniendo palos en las ruedas a su propio partido, habida cuenta de que es muy posible que se tengan que celebrar otros comicios. Ella aspira a liderar el partido y convertirse así en candidata; sí, pero cuándo. En el caso de que tengamos que volver a votar, el candidato será Pedro Sánchez, pues es el actual secretario del partido y, por tanto, el cabeza de lista al Congreso. Así las cosas, Díaz y otros barones se han echado al cuello del líder de la formación, debilitándole en la línea de salida electoral. Flaco favor hacen quienes aspiran a gobernar en España con una mayoría de izquierdas cuestionando el liderazgo de Sánchez. No sólo están perjudicando lo que deberían ser sus propios intereses, sino que están dinamitando la socialdemocracia en nuestro país, una ideología necesaria que aglutina a una ingente cantidad de posibles votantes. La democracia en España necesita un PSOE fuerte, una alternativa al Partido Popular que hoy parece no existir. El bipartidismo en nuestro país se ha terminado, eso sin duda, pero no vendría mal recuperarlo, dada la situación de ingobernabilidad que alumbraron las urnas en la última votación. España no puede permanecer indefinida, perjudica nuestra posición en el mundo, aleja a los inversores y, por tanto, la empobrece. ¿Con qué cara se puede presentar Pedro Sánchez en las próximas elecciones? No puede concurrir con el partido hecho unos zorros, con pesos pesados segándole la hierba. Es posible que todas las declaraciones que hemos escuchado durante los últimos días hagan probable que otra ingente cantidad de votos se trasvasen a Podemos, lo que agrandaría el problema. Andalucía siempre ha sido decisiva para los socialistas, pero hace mal Susana Díaz en pensar que esa relevancia le otorga poderes para desarbolar el partido. Tendrá que esperar su turno hasta que se celebre el próximo congreso del PSOE.
Publicado en el Norte de Castilla el 6 de enero de 2016