Quizá no lo sepa, pero con su dinero está financiando una televisión privada. Se trata de 13TV, la cadena de la Conferencia Episcopal. La Iglesia católica recibe de los impuestos del IRPF 250 millones de euros para el sostenimiento de esta confesión, gracias al Concordato firmado por el Estado español con el Vaticano, que también es otro estado. Chirriaría que España suscribiese un contrato similar con Luxemburgo, por eso esta anormalidad debe ser revisada, aunque hasta la fecha ningún gobierno español se haya atrevido.
Llama la atención el hecho de que ninguna otra religión perciba un solo euro. Musulmanes, judíos o evangelistas se financian con sus propios recursos, algo que debería hacerse extensivo a los católicos. No se comprende por qué un español que no profese el catolicismo deba pagar con su dinero las creencias de otros. En las cuentas publicadas por la Conferencia Episcopal existen dos partidas que cuando menos han de llevarnos a la reflexión. El canal 13TV percibe la misma cantidad que Cáritas, es decir, seis millones de euros cada una. Muchos creen que Cáritas es sostenida por la Iglesia, cuando en realidad esta entidad sin ánimo de lucro se nutre abrumadoramente de las aportaciones del Estado, las comunidades autónomas, los ayuntamientos y las donaciones de personas y empresas. La televisión de la CE tiene claramente un sesgo político. Desde sus programas se vierten opiniones radicales y sus tertulianos hacen sangre de todo lo que no sea PP. El anterior portavoz de esta organización episcopal, monseñor Camino, aseveró que “para la pobreza, está Cáritas”. Es decir, este hombre piadoso prefiere que seis millones de euros vayan a las cuentas de un canal de televisión en vez de engrosar la partida destinada a los pobres que llaman a las puertas de Cáritas, necesitada de más recursos y menos demagogia. Esta situación debe corregirse por mor del buen nombre de la Iglesia y por recuperar la labor social que dice arrogarse. El panorama de la necesidad en España así lo exige. Ante todo, conviene tener las cosas claras.
Publicado en El Norte de Castilla el 16 de marzo de 2016