Era solo una cuestión de tiempo. En donde abunda la ambición, el ego y las filias o fobias el resultado suele ser el mismo. Podemos, el partido que nació producto de la indignación de una gran parte de la ciudadanía, se ha revelado como otra formación más. Atrás quedan las palabras contra la casta y el sistema establecido. Los pecados veniales de sus líderes han roto la amistad que en otro tiempo los unió. Algunos han tirado la fidelidad por la borda. Demasiadas promesas hueras, brindis al sol y un proyecto que ilusionó y sorprendió pero, cinco años más tarde de su creación, Podemos se está desangrando. Los errores cometidos cristalizarán en un techo electoral que nada tendrá que ver con el que disfrutan ahora. Las encuestas publicadas durante los últimos meses atribuían al grupo de Pablo Iglesias unos resultados demoscópicos nada favorables a sus expectativas en el arco parlamentario del Congreso.
Abrió el melón Carolina Bescansa dando la espantada. A ella le han sucedido recientemente Íñigo Errejón o Ramón Espinar, el líder en Madrid. Pero la disidencia no ha hecho más que comenzar. Errejón no confiaba en la línea política que marcaban Iglesias y su consorte, Irene Montero. La pareja vive en una dacha en la sierra, una especie de santuario u objetivo que adeptos y contrarios visitaban como si fuese la catedral de Burgos. Resulta que desde el momento en el que un líder se distancia de sus seguidores, estos terminan por darle la espalda. Errejón se presenta en la capital del Reino con las siglas de Más Madrid, de la alcaldesa Carmena. En Podemos se han disparado las alarmas y Montero ha reculado pidiendo concurrir a las elecciones de mayo con una candidatura conjunta. Lamentablemente para ella, las diferencias son irreconciliables, aunque la política es el arte de lo posible, así que nunca se sabe. El caso es que quien saca rédito electoral es el PSOE, que ha recuperado terreno gracias a las medidas progresistas que ha lanzado el errabundo y quebradizo presidente Sánchez. Mayo es el mes de las flores o quizá el de las plantas carnívoras.
Publicado en El Norte de Castilla el 30 de enero de 2019