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Roberto Carbajal

La aventura humana

El presidente de la Comunidad Valenciana y Jesucristo, ¿como dos gotas de agua?

Al presidente de la Generalitat Valenciana no sólo le hacen los trajes a medida; por lo que se ve en la foto, da la sensación de que también crean las imágenes de Jesús de Nazaret a su imagen y semejanza (o, tal vez, a la inversa). La escena recreada aquí muestra al todavía presidente valenciano en la romería de la Santa Faz.

VEAMOS LAS SEMEJANZAS.

1. Frente despejada. Camps y Jesús comparten similitudes iconográficas. Las ideas del político valenciano se han apoderado del cabello que en otro tiempo poblase su frente. Dudo mucho de que el nazareno careciera de tan poco pelo. Pero así lo pintó el artista.

2. Ojos grandes. Jesús los tiene azul verdoso, mientras Camps luce unos marrones. Lo que les une es que están representados aquí grandes como mangos. Por otra parte, las cejas forman una vírgula como la que conforma nuestra ‘ñ’ española, y las dos virgulillas derechas convergen sobre sendos lagrimales.

3. Labios carnosos. Hmmm, están para comérselos, pensará alguien. Se aprecia una similitud incontestable en el labio superior.

DIFERENCIAS.

1. La nariz. Natural y poderosa en Camps; desproporcionada y propia de un mal artista en la forma de adjudicársela a Jesús.

2. Indumentaria (no apreciable en las imágenes). Camps: Trajes a medida de corte occidental; calzado de piel, aunque caro de la muerte. Jesús de Nazaret: túnica harapienta de estameña y sandalias gastadas también de piel, pero a precio de saldo.

3. La mirada. Camps propone aquí una mirada devota. La dirige a ninguna parte, hacia el más allá, en donde alguien divino pueda socorrerle. A Jesús de Nazaret le pintaron un semblante un pelín triste, con una inexplicable lágrima descendiendo por la mejilla derecha, que, dadas las dimensiones de la cara trazada por quien la ideó, tardaría un millón de años en tocar el suelo. Camps llora en su interior de amargura. Cuando el flujo salado aflore a la superficie ya será demasiado tarde; en su recorrido suicida para hermanarse con el Mediterráneo, será absorbida instantáneamente por el Sol.

4. En otro tiempo, Camps era un icono de la derecha española y levantisca; ahora ha caído en desgracia. Por su parte, Jesús de Nazaret goza de buena salud a pesar del destino que le adjudicaron, según la tradición, porque la gente, y tal vez Camps, siguen creyendo en él.

5. El juicio. Ambos han sido juzgados con suerte desigual. A Jesús no le dieron la oportunidad de tener un juicio justo, aunque este extremo estaba escrito por su padre, algo que nunca entenderé. A Francisco Camps le ha juzgado un sector de la Prensa. Es muy probable que se siente en el banquillo de los acusados muy pronto y, a diferencia del judío nazareno, contará con todas las garantías procesales y el apoyo paternal del presidente de su partido.

6. El futuro. Uno lo tiene más o menos asegurado. No es necesario explicar quién.

En lo que nadie cree a estas alturas es en el magisterio del artista. (Me refiero al que pintó la Santa Faz de la imagen, no sean mal pensados.)

Sobre el autor

Tenía siete meses cuando asesinaron a John F. Kennedy. De niño me sentaba en los parques a observar a la gente, pero cuando crecí ya no me hacía tanta gracia lo que veía. Escribo artículos de opinión en El Norte desde 2002, y críticas musicales clásicas desde 1996. Amo la música, aunque mi piano piense lo contrario. Me gusta cocinar; es decir, soy un esclavo. Un esclavo judío a vuestro servicio.


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