Paco Jémez puso el grito en el cielo hace unos meses cuando le ficharon a Zhang Chengdong del Beijing Guoan, por un acuerdo del Rayo con el patrocinador chino que luce en su camiseta y por el cual el conjunto vallecano debería elegir un jugador del país asiático, el que quisiera, para tenerlo en sus filas. El director deportivo franjirrojo lo firmó después de verle «tres temporadas en Portugal», donde ahora ha estallado una polémica relacionada con un patrocinio. La multinacional china Ledman será a partir de la próxima temporada el patrocinador principal de la segunda división del fútbol portugués, un acuerdo por el que los clubes deberán acoger a jugadores de este país.

El contrato firmado el lunes en Pekín, cuyo montante no ha sido revelado, prevé la integración de jugadores chinos en los clubes de la segunda división del país «para contribuir a su formación», según Germano Almeida, director de comunicación de la Liga Portuguesa. Ledman, un fabricante de diodos emisores de luz (LED), adelantó en un comunicado que diez jugadores y tres entrenadores asistentes chinos se integrarán en clubes lusos de la división de plata, que se llamará a partir de ahora ‘Ledman Proliga’.

Ello pilló a contrapié a la Liga Portuguesa de Fútbol Profesional (LPFP), que no confirmó esa cifra tras ver la polémica generada en Portugal, sobre todo en el sindicato de jugadores profesionales. «No comprendemos que la liga acepte que un grupo económico imponga jugadores a los clubes y a los entrenadores», señaló su presidente, Joaquim Evangelista.

Quejas de los futbolistas

Desde la LPFP se aclara que ni siquiera el «cambio de nombre está ya decidido, pero es una hipótesis» en fase de estudio, al igual que la presencia de jugadores chinos como contrapartida al patrocinio de Ledman. «Se llegó a un principio de acuerdo para desarrollar futuras asociaciones que permitirán la abertura, a los clubes portugueses, de un mercado de 1.300 millones de consumidores. La liga de Portugal podría ayudar a la china con su ‘savoir faire’ en materia de marketing, de organización de la competición y de fair-play financiero», señaló la institución presidida por el conocido exárbitro internacional Pedro Proença. Por el momento, han querido explicar que en ese acuerdo de tres años de vigencia, que aún debe de ser refrendado por los 40 clubes profesiones de la Primera y la Segunda, la contratación de jugadores no tendría obligatoriedad.

Ramires y Gervinho, a China

Lo cierto es que se está forjando una vinculación especial entre Europa y el fútbol chino, convertido, según un informe de la FIFA presentado la semana pasada, en el sexto mayor mercado de futbolistas tras Inglaterra, España, Italia, Alemania y Francia. Los 168 millones de dólares gastados por la Super League china en 2015 supusieron un incremento del 68% con respecto a 2014 y en lo que va de 2016 se han producido dos fichajes de relumbrón. Ramires, centrocampista brasileño que ganó con el Chelsea la Champions, la Europa League y la Premier, firmó por el Jiangsu Suning un traspaso de 35 millones de euros y contará con una ficha de casi diez millones de euros anuales. Será junto a Gervinho, ex de Arsenal, y que fichó por el Hebei Fortune procedente de la Roma por 18 millones de euros, las estrellas de la liga de un país que cada vez invierte más en fútbol.

Las grandes empresas del país han comenzado a invertir en clubes de las principales ligas. En España, Rastar, fabricante de juguetes, adquirió hace unas semanas un paquete de acciones del Espanyol, en una operación que le otorgó el 80% del club; el grupo empresarial inmobiliario Wanda compró el 20% del Atlético por 45 millones de euros, mientras que el Manchester City vendió en diciembre el 13% de sus acciones a un consorcio de fondos de investigación, China Media Capital y CITIC Capital, por cerca de 375 millones de euros.