La nadadora vallisoletana finaliza quinta (2:38:78), su mejor resultado en unos Juegos, en los 200 estilos

«Me quedan dos pruebas, y espero poder rascar una medalla en los 100 metros espalda»

David F. Atienzar | Londres

Exultante. Así se encontraba Amaya Alonso tras finalizar quinta en la prueba de 200 metros estilos que se disputó este lunes en el Aquatics Center de Londres. La nadadora con discapacidad visual terminó en quinta posición, su mejor puesto en unos Juegos, y rebajó su marca personal en dos segundos (2:38:78).

El resultado tiene aún más mérito, a tenor de la marca realizada por la vallisoletana en las series preliminares y su estado, ya que Alonso nadó con fiebre, lo que propició que se clasificara con la peor marca de las ocho finalistas: 2:44.63. «Pensaba que no iba a poder meterme en la final. Me dolía la garganta y no me encontraba en mi mejor momento», confesó Amaya.

A pesar de ello, la deportista de Huerta del Rey realizó una espectacular remontada, en buena medida en la serie de los 50 metros espalda, y finalizó como la mejor española de la final, por detrás de las nadadoras del este de Europa, quienes completaron una de las finales más atractivas de los Juegos Paralímpicos en la piscina. La rusa Oxana Savchenko batió el récord del mundo con su tiempo 2:28:00, en un apretado final y tras remontar a la arzebayana Natali Pronina. El podio lo completó la también rusa Stukalova.

Pese a la distancia con el podio, Amaya estaba muy satisfecha. «Por fin he bajado de los 2:40 y he conseguido mi mejor puesto en unos Juegos. Esto para mí es como haber subido al podio», afirmó con alegría.

No obstante, la prueba no comenzó bien del todo. Alonso marcaba el séptimo lugar tras el primer paso por los 50 metros mariposa. El largo de espalda, sin embargo, la catapultó. Remontó dos puestos y se colocó quinta en dura pugna con la polaca Mendak, que marcaba la cuarta plaza. La serie se rompió, y las rusas y la arzebayana se marcharon. Por detrás venía Amaya luchando por mantener el quinto puesto. La braza no era su fuerte y tuvo que esperar al crol para asegurarse una sonrisa en su ‘sprint’ final. «En los 50 últimos metros lo he dado todo y al acabar no sabía como había quedado. Para mí es una alegría enorme», aseguró.

La vallisoletana cuenta sus pruebas por finales, con los sendos sextos puestos en los 400 libres y en los 100 mariposa, y tiene la esperanza de «rascar una medalla» en los 100 metros espalda de este miércoles. «No será nada fácil, pero a ilusión no me va a ganar nadie», se despide.