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Tierra Paralímpica

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¿Y ahora qué?

La delegación española consigue 42 medallas en Londres, 16 menos que en Pekín

Los deportistas castellanos y leoneses logran una medalla de bronce y dos meritorios quintos puestos

 

David F. Atienzar | Londres

Un futuro incierto se abre para la delegación paralímpica española. Tras los resultados obtenidos en los recién clausurados Juegos de Londres, las alarmas se han encendido en el seno del Comité Paralímpico Español. Bien es cierto que el pobre balance deportivo no debería ensombrecer el reconocimiento de la sociedad española hacia el deporte adaptado. «La gente ha vibrado y la ciudadanía nos ha seguido», apuntó el presidente del CPE, Miguel Carballeda. «El objetivo de hacernos visibles en la sociedad lo hemos logrado con creces», puntualizó. Es cierto. La repercusión, tanto en los medios convencionales como en las redes sociales, se ha incrementado cuantitativamente.

En el aspecto deportivo, es innegable que el nivel de las demás delegaciones ha crecido. En Londres se han batido 275 récords del mundo y hay que tener en cuenta que han participado 24 países más que en la anterior cita en Pekín. La delegación china ha arrasado con 231 medallas, 95 de ellas de oro, seguida de lejos por Rusia y Gran Bretaña. España se ha situado en el puesto 17, con 42 preseas y tan solo 8 de oro. En la cita anterior se lograron 58 metales, 15 de ellos de oro. Todos apuntan a que el trabajo español es insuficiente. Mientras en otros países la profesionalización es un hecho, en España solo se subvenciona a los medallistas, hecho que acaba por envejecer al equipo y por disminuir sus logros.

 

Castilla y León, sabor agridulce

Los seis deportistas que engrosaban la delegación en Londres han tenido una suerte dispar. Mientras que Amaya Alonso y Daniel Rodríguez han mejorado en el escalafón y Marta Arce ha sido la única medallista castellano y leonesa, Chema Dueso, Aitor Oroza y Alejandro Sánchez no han logrado cumplir sus expectativas. La judoca logró una presea de bronce en una dura e igualada competición. «Esta medalla me ha costado mucho, más que ninguna», declaró la vallisoletana tras la ceremonia de premios, confirmando la mejora de sus rivales.

Para Amaya Alonso «los objetivos se han cumplido». «He logrado rebajar todas mis marcas y puestos tras cuatro años de trabajo intenso, y he disfrutado cada momento al máximo», afirmó la vallisoletana. La nadadora con deficiencia visual agradeció el apoyo a su familia, y ahora se centra en «disfrutar un poco más de la vida». «Quiero poder hacer cosas sin tener que decir que estoy cansada», concluyó. Respecto a la descalificación en la serie de 100 metros espalda, la vallisoletana tiene claro que «es una de esas lecciones que no se me olvidará en la vida».

Para Daniel Rodríguez, jugador clave en la selección española de baloncesto en silla de ruedas, todo lo conseguido es un premio. Después de 16 años sin participar en la competición, el equipo español consiguió un meritorio quinto puesto, detrás de las grandes potencias del deporte. Para Rodríguez, la experiencia ha marcado su vida. «Para mí esto es lo mejor que me ha pasado en mi vida deportiva. Jugar en estos escenarios ante tanto público y, sobre todo, compartir las vivencias con otros deportistas en la Villa Olímpica es el mejor premio que podría tener», explicó. El nivel deportivo del equipo de baloncesto ha sido muy alto, y la aportación de Dani muy sustancial. Ha sido uno de los jugadores con más minutos disputados y ha aportado ese trabajo incondicional de los que saben cuál es su papel dentro del equipo. «Cuanto más pueda aportar al equipo, más feliz soy», finalizó el vallisoletano.

Pero si tenemos que hablar de decepción, el nombre propio es el de Chema Dueso. El deportista afincado en León, cayó a las primeras de cambio. Algo que le pilló por sorpresa y que aún le cuesta explicar. «Tiene una difícil explicación. Está claro que el nivel es muy alto, pero yo venía preparado; tanto mental como deportivamente», declaró Dueso. No en vano, los dos intensos años de preparación en el Centro de Referencia Estatal de la Discapacidad y Dependencia de San Andrés de Rabanedo en León le llevaron a proclamarse campeón de Europa casi a las puertas de los Juegos Paralímpicos.

Por su parte, Alejandro Sánchez y Aitor Oroza apenas tuvieron opciones. El salmantino completó un aciago año en lo que a resultados deportivos se refiere. Mientras que el ciclista afincado en Los Altos (Burgos) no pudo competir con la clase en la que está encuadrado. Ahora solo queda esperar y comenzar a preparar los Juegos de Río 2016.

Temas

Castilla y León rumbo a Río de Janeiro

Sobre el autor

Juan J. López, periodista especializado en Deporte Adaptado de Castilla y León. En clave paralímpica