EL JINETE PÁLIDO
– Y contemplé un caballo pálido. Y el nombre de su jinete era Muerte…. Y el infierno le seguía. – ¿Acostumbra a beber, reverendo? – Sólo después de las nueve de la mañana. – ¿Cuánto vale tener la conciencia tranquila? – ¿Cómo está Sacramento? – Es un paraíso: dos políticos por cada lavandería china y […]