“La conciencia me giraba una factura. El consigliere interpretó mal mi incomodo y torció el gesto. Se inclinó y abrió con llave un cajón bajo y sacó una carpeta. – Contén las tentaciones, Adam. Todo está bien atado; no llegarías ni a San Bernardino -la arrojó sobre la mesa, pero no me hacía falta abrirla-. […]
“Recuerdo mi expresión de desconcierto cuando Alisia quitó a mi diabólico motorista para poner un par de páginas de los Evangelios. Mi pasado de pecador puesto bajo la cruz. Algo así pensé. Lo pensé antes de que Alisia me arrancase la ropa a mordiscos, antes de que me matase de amor, antes de que me […]
Escribe novelas y cosas así. Sus detractores dicen que los millones de libros que ha vendido se deben a su cara bonita y a su cuerpo escultural. Y no les falta razón.
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