Un agente del FBI, Aldo Sax, investiga quince extraños asesinatos: “Detuvimos a un chaval de veinte años que trabajaba como dependiente en una vieja librería. Su cuñado había hallado doce manos humanas envueltas en paquetes individuales en su congelador y aviso al FBI. El chico confesó seis asesinatos sin rechistar. Detuvimos a un borracho vagabundo […]
“El que yo esté vivo es un milagro. Parte de la culpa la tiene un dispositivo mecánico que llevo aquí dentro. Podría abrir esta pequeña placa y enseñarte mi corazón. Eso no lo puede hacer mucha gente. Tú todavía no te lo has ganado. La otra parte de la culpa de que yo esté vivo […]
“En el micromundo salvaje de las tiendas de Taiwan de Dios podía tener una mínima posibilidad de escapar. Era el sitio ideal para soltar anillos de humo a través de los árboles…. En todo caso, resultaba temerario buscar una salida metiéndome de lleno en un mundo angosto de callejones imposibles sin salida”. Escalera al cielo […]
“No me quedaba otro remedio que esperar y tener fe en el millón de ordenadores zombis que Akiosaha controlaba. Esperar y confiar, la sagrada máxima de Edmundo Dantes. Un nuevo día amanecerá para aquellos que esperan, algo así decía uno de los versos de Escalera al cielo”. Escalera al cielo (pag.49), amazon.com
Escribe novelas y cosas así. Sus detractores dicen que los millones de libros que ha vendido se deben a su cara bonita y a su cuerpo escultural. Y no les falta razón.
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