PANAHI, EL MAESTRO

…Y llegó Jafar Panahi y dio su golpe maestro en esta 67 Sección Oficial de Seminci. Panahi ha vuelto a impartir una lección de buen cine con una de esas historias en las que realidad y ficción dialogan, se superponen, y completan un puzzle en el que nada parece faltar y, desde luego, nada sobra. El director de films como ‘Taxi Teherán’ o ‘Esto no es una película’ vuelve a desafiar a las autoridades iraníes y demostrar que hace falta más que una condena por “propaganda contra el sistema” de la República Islámica de Irán para impedirle seguir con su trabajo.

Y es precisamente una denuncia de la situación por la que atraviesa su país lo que está en el meollo de la historia. Panahi vuelve a ponerse ante la cámara e interpretarse a sí mismo dirigiendo a distancia una película sobre las dificultades de una pareja que intenta escapar de Irán desde hace una década y que en el ínterin ha sufrido cárcel y malos tratos, como cuenta la actriz protagonista cuya historia se relata. El Panahi actor-director da las órdenes de rodaje por Internet cuando la cobertura, siempre escasa, lo permite y lo hace desde una pequeña aldea turca situada en la frontera con Irán. La complejidad de esta estructura fílmica se completa con las vicisitudes del lugar elegido para rodar, donde la presencia del raro extranjero ha despertado suspicacias: una comunidad anclada en las tradiciones del pasado y donde el poder de los caciques y las rencillas tribales condicionan la tan difícil libertad individual. El cine dentro del cine no es privativo del cine iraní, ejemplos hay en la historia, pero se diría que los realizadores de ese país tienen un don especial para llevarlo a la práctica.

Extraordinaria esta ‘No bears’ que habla del poder del miedo, del uso que todas las tiranías que en el mundo han sido y son han hecho de él para condicionar a su antojo la vida de la gente.

La mañana nos deparó otra buena película, ‘Return to dust’, firmada por Li Ruijun, Nos situamos en una comunidad rural de China y,. de nuevo, vemos cómo el poder –sea el poder con mayúsculas que censura películas o el poder con minúsculas que dirige a su antojo pequeñas comunidades– condiciona a quienes carecen de recursos. Es el caso de la pareja formada por el solitario Cao y la desafortunada Ma. Un campesino taciturno y una mujer discapacitada cuyas familias se quitan de encima mediante un matrimonio concertado. Mal comienzo para una vida en común. Pero a veces la suerte se alía con los más humildes y Cao y Ma al tiempo que aceptan su destino construyen una vida digna donde el amor es un bien tangible y el adobe (un ‘personaje’ más de la película) el material de construcción. Excelente fotografía para introducir al espectador en la complejidad y dureza de la vida agraria y de las pésimas condiciones de vida de un campesinado sin horizontes.

Y hablando de cuidada fotografía, raya el preciosismo la de ‘Nana’ (‘Before, now & then’) de la directora indonesia Kamila Andini, que presenta aquí

Foto: Batara_Goempar

su cuarto largometraje. La armonía de los planos, la sutileza del color, el simbolismo de los objetos llevan con facilidad la mirada hacia una mujer rebelde que sólo aparentemente ha aceptado el papel sumiso que implica su estatus social. Delicadeza oriental para narrar la fortaleza interior de quien a la hora de decidir su destino elegirá la vía más complicada.

Una buena jornada semincera.