Hasta arriba de oír hablar del frío en todas las televisiones, el otro día una cadena de TV se paso media hora del telediario hablando del frío y conectando con sus reporteros  que por cierto los pobres aún amaneciendo allí estaban ellos enseñando la nieve y tiritando.

¿No estamos en invierno? O lo mismo es que estamos en primavera  y no me enterado, eso sí sería noticia.

Si acaso la noticia terrible es que el frio está costando vidas humanas a los indigentes que no tienen una miserable hoguera para calentarse y su techo son las estrellas, afortunadamente hay lugares donde se les están habilitando tiendas de campaña con estufas pero supongo siempre habrá alguno que no llegue a ese “privilegio”. No hablo de España al menos aquí no hay datos de muertes, otra cosa es como estarán los más vulnerables. Digo mucho lo de los vulnerables, es posible que a veces no los veamos.

Esa es la cara amarga del frio, lo demás es normal, nos abrigamos bien y se acabó el problema, la vida no cesa por un frio más o menos intenso.

Menos mal que no ya está Zapatero en el poder porque de otra manera este clima sería una cortina de humo  -de nieve en este caso- para tapar otros problemas, je,je, en fin bromas aparte creo que nos estamos pasando más de siete pueblos.

La verdad es que el tiempo siempre es una buena excusa para hablar con el vecino de al lado al que no tenemos el gusto de conocer más que del ascensor y que cuando nos cae un poco mal, se nos haces interminable los segundos hasta llegar al piso correspondiente. ¿No os ha pasado alguna vez?

No sé si para cuando salga la entrada que estoy escribiendo se habrá pasado esta pequeña Siberia que tenemos estos días por aquí, no creo porque la sacaré ya mismo, porque la verdad es que estamos un poco encogidos y un mucho tiritando. Ahora mismo llevan veinte minutos hablando de la ola de frío. Que a mi modo de ver por la época que estamos no es una ola, es una pequeña marea. Lo mismo es que soy muy rara…

He buscado en mi fondo de armario como se dice ahora,  un gorrito que tenía por ahí abandonado desde hace tiempo y con el que no me veía yo muy bien, pero cuando me lo puse el otro día el espejo me decía “chica, con gorrito o sin él tú vales mucho”  así que cómo valgo mucho pues mejor con gorrito para que mis orejas no se resientan.

Ya saben ustedes blogueros, si se sale de viaje porque no quede otra, cadenas, alguna manta en el coche, depósito lleno, móvil cargado a tope,  precaución y paciencia.

Lo más peligroso, al menos para mí, es ese hielo o esa nieve para la que, de verdad de la buena no estoy preparada, el suelo se convierte en mi peor enemigo porque para patosa yo, lo confieso, en estos menesteres de caminar deslizándome y con mis tobillos avisando del posible peligro.

Aparte de estas cosillas de nada ¿Quién dijo miedo al frío?

Quizá digo esto porque ya me voy acostumbrando desde que vivo en Valladolid al frio intenso del invierno, sin embargo todavía no consigo que mi termostato se adecúe al calor también intenso  que sufro por estos lares en verano. Mi querido Norte tiene la culpa de esto último.

Pues eso, a abrigarse y salir al airé gélido, pero salir al mundo y a la vida que ahí fuera nos espera, con unos grados menos, pero nos espera, no faltemos a esa maravillosa cita.

Perdonarme dos charlas tan seguidas, pero veo la anterior no ha tenido mucha acogida, pero como dice una amiga,”siempre hay alguien que lo lee”.

Saludos blogueros.