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Esperanza Ortega

Las cosas como son

¿La República Catalana era un trampantojo?

Yo, como tantos de ustedes, encontraba muchas incongruencias en todo este berenjenal de la Cataluña independiente. Y una de las más notorias fue que ondeara la bandera española en el alero del edificio de la Generalitat mientras la multitud celebraba abajo la República independiente recién inaugurada. ¿Acaso querían aparentar que estaban celebrando la fiesta del turista? Tampoco los que proclamaron la República suya se habían atrevido a enseñar su papeleta en el momento solemne de la votación ¿Se imaginan a los que votaron la Independencia de los Estados Unidos de América disimulando en la ceremonia de su proclamación? Al día siguiente, Puigdemont paseaba por Gerona mientras sus convecinos le aclamaban como su presidente. Yo me preguntaba entonces si sería Puigdemont de verdad el que caminaba por la calle o quizá el verdadero Puigdemont era el que en ese mismo momento aparecía en televisión asegurando que sí, que no había sido un sueño, que a pesar del 155 se había proclamado la República catalana. ¿Y si era un doble el que paseaba por Gerona? El éxito que han tenido los disfraces de Puigdemont para la noche de Halloween podrían avalar mi teoría. Yo misma he regalado a un familiar una peluca con flequillo y unas gafas de concha por menos de quince euros. Bien, pues el lunes por la mañana Puigdemont , según la foto que aparecía en su tuit, estaba de vuelta en la Generalitat, aunque los periodistas aseguraban no haberle visto entrar en el edificio. Esa capacidad para atravesar paredes sin ser visto, ¿sería acaso efecto de un conjuro de Marcela, su mujer, tan aficionada como él mismo a la brujería? Y dos horas después, sin salir del edificio en donde decía estar, aparecía Puigdemont en Bruselas, en busca de asilo político. ¡Por la Virgen de Montserrat! ¿Y si las escenas de Puigdemont saliendo de aquella puerta de madera robusta para decirnos adiós a los españoles o cantando Els Segadors sobre las escaleras no fueron más que un trampantojo mayúsculo? Sí, quién sabe si nos la dieron con queso a todos, incluso a las masas que salían a la calle a defender aquella ilusión inexistente como si fuera una verdadera conquista Un trampantojo es la forma que los antiguos tenían de engañar a la vista jugando con la perspectiva, el sombreado y otros efectos ópticos de fingimiento. Plinio el Viejo nos cuenta que Zeuxis llegó a engañar a los pájaros, que intentaron picotear las uvas que había pintado. Aunque lo indignante de nuestro trampantojo ha sido la tristeza que nos ha embargado a muchos al ver cómo nos abandonaban los que creíamos nuestros amigos. Lledó dice a este respecto en una entrevista reciente: “Creo que cualquier bandera entorpece. Lo que tenemos que tener es una bandera de justicia, de bondad, de educación, de cultura, de sensibilidad, de filantropía, otro sustantivo maravilloso de los griegos, el amor a los otros”. Este gran trampantojo no se hubiera mantenido tanto tiempo si hubiera llovido y la pintura de los telones que tapaban la verdadera Cataluña, la universal, la inteligente y la generosa, se hubiera derretido dejando ver un trapo sucio, que es lo que hay debajo de las banderías patrióticas, de esta comedia bufa en la que nos tuvieron atrapados mientras nacía y moría para siempre el sueño de la república catalana.

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Sobre el autor

Esperanza Ortega es escritora y profesora. Ha publicado poesía y narrativa, además de realizar antologías y estudios críticos, generalmente en el ámbito de la poesía clásica y contemporánea. Entre sus libros de poemas sobresalen “Mudanza” (1994), “Hilo solo” (Premio Gil de Biedma, 1995) y “Como si fuera una palabra” (2007). Su última obra poética se titula “Poema de las cinco estaciones” (2007), libro-objeto realizado en colaboración con los arquitectos Mansilla y Tuñón. Sin embargo, su último libro, “Las cosas como eran” (2009), pertenece al género de las memorias de infancia.Recibió el Premio Giner de los Ríos por su ensayo “El baúl volador” (1986) y el Premio Jauja de Cuentos por “El dueño de la Casa” (1994). También es autora de una biografía novelada del poeta “Garcilaso de la Vega” (2003) Ha traducido a poetas italianos como Humberto Saba y Atilio Bertolucci además de una versión del “Círculo de los lujuriosos” de La Divina Comedia de Dante (2008). Entre sus antologías y estudios de poesía española destacan los dedicados a la poesía del Siglo de Oro, Juan Ramón Jiménez y los poetas de la Generación del 27, con un interés especial por Francisco Pino, del que ha realizado numerosas antologías y estudios críticos. La última de estas antologías, titulada “Calamidad hermosa”, ha sido publicada este mismo año, con ocasión del Centenario del poeta.Perteneció al Consejo de Dirección de la revista de poesía “El signo del gorrión” y codirigió la colección Vuelapluma de Ed. Edilesa. Su obra poética aparece en numerosas antologías, entre las que destacan “Las ínsulas extrañas. Antología de la poesía en lengua española” (1950-2000) y “Poesía hispánica contemporánea”, ambas publicadas por Galaxia Gutemberg y Círculo de lectores. Actualmente es colaboradora habitual en la sección de opinión de El Norte de Castilla y publica en distintas revistas literarias.