Hay que ver como empieza la semana. Recortes por aquí, recortes por allá…Todas las noticias empiezan por la palabra crisis. Que por cada brote verde que se atisba en el horizonte, caen cuatro o cinco informaciones de las chungas, chungas. Congelación de las pensiones, recorte del sueldo de los funcionarios, menos ayudas y subvenciones, más paro, expedientes de regulación de empleo y… la bolsa, que ya no fluctúa. Ahora salta y rebota, como un pimpampum. El otro día oí en un bar que un parroquiano aseguraba que la volatibilidad de los mercados sólo provocaba oscilaciones y que la incertidumbre y la falta de confianza en las políticas gubernamentales eran el alimento de los especuladores, verdaderos culpables de todos los males económicos y financieros. La crisis empuja a las personas a apretarse el cinturón como si fuera un cilicio, pero también aguza el conocimiento. Las noticias de economía interesan más que nunca. Quien antes despreciaba el suplemento salmón de los dominicales, ahora se lee hasta la letra pequeña.
Y entre tanta ‘alegría’, van y nos destripan el final de Perdidos; que ayer era imposible dejarse llevar por el devenir de lo cotidiano sin escuchar en la radio, o entrever en la tele o leer en los portales digitales algo que arrojara luz sobre los últimos minutos más esperados de la televisión.
Menos mal que, por lo menos, nos quedan esas Mujeres ricas que salen en la tele que, con la que está cayendo, exhiben sin pudor sus ostentosas vidas repletas de todo y de más. Una mujer de no se qué futbolista argentino que compra carísimos vestidos de grandes diseñadores por triplicado mientras critica al servicio por no recoger las cacas de sus muchos perros y gatos que corretean medio salvajes por sus nosécuantosmiles de metros de jardín. Y otra que celebra su cumpleaños como si fuera una boda y se enrabieta con su riquísimo marido porque le obliga a elegir entre un cuadro y un abrigo. “¿Es que tú no oyes las noticias? Estamos en crisis”, explica el millonetis para evitar los pucheritos de la paisana.
¿Qué pensará de los que no llegan a fin de mes?, ¿o de los que no tienen para pagar la hipoteca?… Claro, los pobres ya están acostumbrados a pasar penalidades, pero los ricos… a esos les cuesta más. No lo soportan.
Para ellas la crisis es… súper fuerte. Para muestra, os dejo este botón.