El árbitro, el ladrón, la nevera y su amante
Trencilla, hijoputa, ladrón y cegato. Dolorosos epítetos para un pobre señor que se dedica a servir como juez imparcial entre dos fuerzas antagónicas que enseñan los dientes, para un pobre deportista que corre en diagonal, sin gloria cuando acierta y con pena cuando falla. Ay, pobres árbitros. Trencilla, hijoputa, ladrón y cegato. Dolorosos epítetos para […]