>

Blogs

Eduardo Roldán

ENFASEREM

A la segunda, más vencida

¿Otra de treintañeros que le tienen miedo al compromiso y no quieren madurar? ¿Y ubicada en Manhattan? ¿Es que no hay otro enfoque desde el que afrontar la comedia? Estas y otras preguntas similares acaso se agolparon en la mente del espectador cuando hace un par de años se presentó ―fugazmente― en salas happythankyoumoreplease. Reticencia en todo punto razonable que sin embargo, si al final el espectador se decidió a ir a la sala, comprobaría infundada, o infundada en gran parte. happy…puede que publicitariamente no difiriese de otros tantas cintas olvidables ―y rentables―, pero desde luego sí en el plano cinematográfico: era fresca, modesta en el mejor sentido, y lograba mantener durante casi todo el metraje ese difícil equilibrio entre la sonrisa triste y la amargura esperanzada. Ahora, tras ver el segundo título escrito y dirigido por Josh Radnor, a uno le queda la sensación de que, pese a todas sus bondades, happy…fue solo el borrador de Liberal arts: un borrador necesario y en modo alguno desechable, pero un borrador al fin y al cabo. Todas las promesas que el debut apuntaba se ven ahora realizadas plenamente, y limado todas o casi todas las carencias. Liberal arts, sin abandonar la estela fijada por su antecesora, es una cinta más equilibrada, más completa, más entera que happythankyoumoreplease, el punto de inflexión de un realizador que ya nadie podrá considerar una estrellita de teleserie que tuvo una vez el capricho de dirigir, y que lo hizo con oficio, sino un cineasta de cuerpo entero. happy… obtuvo en su momento el Premio del Público en el festival de Sundance, y a uno no le sorprendería que Liberal arts obtuviese idéntico galardón en la presente edición de SEMINCI.

Los dos aciertos más notables de Liberal arts radican en la eficacísima selección y dirección del elenco y en la construcción de un guion que fluye con la gracia amortiguada de los buenos ballets, con unas escenas cuya duración/tensión se encuentra perfectamente dosificada, engarzadas con un ritmo perfecto, ni urgente en exceso ni en exceso moroso, y plagadas de diálogos inteligentes, cercanos y cotidianamente musicales, eso que tantos buscan y tan pocos logran; asimismo la información que en cada escena se aporta es la justa no solo para mantener sino para incentivar el interés (hay una excepción que es la escena final: la única que sobra en toda la película, un apósito que repite por boca de los personajes las tesis planteadas hasta entonces ―error máximo en cine― e incluso incurre en la moralina; una lástima, porque el espectador sale con un sabor de boca que no se corresponde con lo paladeado hasta ese momento).

El segundo acierto ―el cuerpo de intérpretes― comienza por el propio Josh Radnor, quien, como ya hiciera en su debut, se reserva el papel de héroe del drama ―héroe con barba de pocos días, delgado y con dudas, pero héroe al fin y al cabo―, pero no concluye con él; todos los miembros del elenco, desde el primer secundario hasta el último cameo, resultan singulares, personajes con peso que cumplen su función dramática a la perfección. La joya de la corona es la réplica femenina de Radnor, Elizabeth Olsen, cuya prodigiosa interpretación supera, por poliédrica, a la que ofreciera en Martha Marcy May Marlene (y ya es decir). La edad y las angustias y los deseos de los personajes, y sobre todo el tono de comedia meláncolica y urbana, colocan a Liberal arts entre Adventureland y Annie Hall. Y es cierto que se ha comparado a Radnor con Woody AllenLiberal arts incluye incluso un homenaje explícito a Manhattan—, pero uno sospecha que más por compartir origen étnico y amor por Nueva York que por identificación artística; Radnor está, por el gusto por los detalles sugeridos, por la aproximación literaria y diagonal en lugar de frontal, por la cadencia sin prisa, por la planificación naturalista, más cerca de Eric Rohmer que de Allen, solo que de Rohmer lo separa un océano y no un puñado de rascacielos, aparte una falla temporal que no tiene remedio.

bloc digital de Eduardo Roldán - actualidad, libros, cine y otros placeres y días

Sobre el autor

Columnas, reseñas, apuntes a vuelamáquina... El autor cree en el derecho al silencio y al sueño profundo.


octubre 2012
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
293031