Luchar contra el dolor solo lo empeoraba.
Ella se rió sin que aquello la divirtiera.
—Sí. Vale. ¿Qué me dices de un final feliz?
—No morirte cuando alguien te dispara a mí me parece bastante feliz.
—Mientes y mientes y mientes.
Mantuvo los labios fuertemente cerrados. No parecía posible, pero tal vez estuviera pensando.
Una media luna. Una luna musulmana. Que daba muy poca luz.
Tít: Que nadie se mueva (Nobody Move)
Autor: Denis Johnson
Trad: Javier Calvo
Ed: Mondadori