Patria de seis letras,
te veo renacer en las ventanas,
colgada en los balcones como un pijama infantil,
y yo te pregunto: ¿esta eres tú?
¿Eres tú esta,
la múltiple y una,
esta por la que tantos murieron,
esta cuya tierra removieron tantos?
Te pregunto y no contestas,
refugiada en tu nombre como en una cueva.
Patria,
no tengas miedo.
Yo sé bien que estos reflejos de trapo no son tú,
que guardas el erizo de tu ser
muy lejos de balcones y ventanas,
en la esperanza sin signo de unos pocos.
Patria,
la esperanza el tiempo no agota,
brota verdadera cuando y donde la esperaba nadie.
Y no se ofrece a ojos de hueso sino a corazones de espiga.
Patria,
sé bien que abandonarás tu cueva un día
por una residencia sin muros ni emblemas
de nombre recuperado,
de nombre por fin tuyo,
tuyo solo,
cual flor que completa inspira,
sin deseo ajeno de tacto.
Patria,
yo quisiera ver ese día.
No soy el único.
(30-6-10)
Eduardo Roldán