Armstrong se abre en canal ante las cámaras y confiesa la trampa de los siete Tours. ¿Se abre en canal? Sospecha uno más bien que no ha hecho sino comenzar a tirar de la punta de una madeja que terminará dejando en cueros a más de uno, incluso aunque él mismo no sea ahora consciente (cosa difícil en alguien tan listo). Víctima o culpable —probable que sea ambas cosas—, el tejano tiene poco de mártir. América necesita redimir a sus héroes que caen en desgracia, siquiera retroactivamente; pero contra la propia naturaleza, como enseña la fábula de la rana y el escorpión, resulta casi siempre inútil luchar.