Sarkozy, imputado. La corrupción no conoce de fronteras ni lenguajes. Mientras, por aquí se destapa la conocida práctica de la industria audiovisual española, un productor de cine que compra las entradas de la película que ha financiado para incrementar las cifras en taquilla y así obtener la (siguiente) subvención, una pescadilla viciosa a la que nadie quiere poner coto. De entrada la compra de entradas resulta anecdótica al lado del tinglado/Sarkozy, y desde luego que si se ha cometido el tinglado este implique un capital mucho mayor; pero en un plano moral, filosófico, ambas conductas son igual de despreciables, y la del productor debería merecer también la calificación de delito y la pena consecuente.
Un niño palestino muere por fuego ajeno, colono o no colono, eso importa menos: importa la muerte. Un niño palestino muere por fuego ajeno. Mañana esa muerte será ceniza del olvido.
¿La X signfica que tienen por definir su ideología, que tienen por definir su proyecto político, que les gusta el porno, que son sencillamente una incógnita electoral…? ¿Cómo puede alguien decidir adoptar una X como emblema de un partido? Peor: ¿cómo a alguien —a muchos— les puede parecer una idea digna de apoyo?