Hagan sus apuestas
Nuestra tendencia natural a la apuesta sigue intacta. Ni el afán moralista y su consecuencia prohibicionista de esta sociedad bobalicona pueden con el juego, que es el último mohicano de los vicios. Asados a impuestos y vetados en la publicidad, otras perversiones como alcohol y tabaco se baten en retirada, mientras apostar sigue bien visto, […]