Las úlceras del pueblo
Un accidente laboral, de ésos que se han reducido a la mínima expresión –no por accidente, sino por laboral- le dejó la injusta carga de una paraplejia que le privó de volver a sentir su mitad de abajo. Se despidió de sus pies vivos, de sus tejanos de sábado y se convirtió en sedente por […]