El martes 12 de enero Antena 3 estrenó su nueva serie: Los protegidos. La cadena promocionó fuertemente esta producción de ficción española, incluso con una broma en el programa Espejo Público, en el que uno de los colaboradores simuló durante unos minutos tener poderes paranormales para acabar hablando de la serie tras desvelar el inocente engaño. Después de esta intensa campaña llegó el esperado estreno. La verdad es que ya había captado el olor a la serie americana “Héroes” que desprendía en los anuncios, pero el primer capítulo no me dejó ningún margen de dudas.
En primer lugar: la idea. Esta serie, al igual que Héroes, parte de un grupo de personas con habilidades especiales, aunque en el caso de Los Protegidos se trata hasta ahora sólo de niños (principal diferencia entre ambas), y en la producción norteamericana hay niños, adolescentes y adultos. En segundo lugar: los poderes. La electricidad, capacidad para leer los pensamientos, mover objetos con la mente, transformarse en otra personas, predecir el futuro… ya las habíamos visto antes en Héroes. En tercer lugar: los personajes. Por ejemplo, no pude evitar establecer un gran paralelismo entre Claire, la animadora, y Sandra, ambas adolescentes (aunque eso sí, con capacidades diferentes; bien Sandra tendría la personalidad de Claire y el poder de Elle). También se podría encontrar un punto en común entre la famosa “Compañía” de Héroes, y los hombres (¿presumiblemente policías corruptos?) que persiguen a los niños de Los Protegidos. En ambos casos, las personas “especiales” son perseguidas por un grupo de malvados vestidos con traje.
Es cierto que muchas series han nacido apoyándose en la idea de otras y luego han tomado su propio rumbo. Pero siempre hay un límite, aunque a veces sea difuso. Lo que sin duda más me indignó de esta nueva serie es que copiara literalmente la seña más original y significativa de Héroes: el formato de cómic. En algunos momentos de los capítulos, la imagen se transformaba en una hoja de cómic con los personajes de la serie. Así que cuando vi la escena de Los protegidos en la que los protagonistas huyen juntos en un coche que durante un momento adquiría este mismo formato, sentí una gran decepción.
Copias a parte, también diré que el ritmo de la trama en el primer capítulo fue quizá demasiado rápido, restándole credibilidad. Tal vez hubiera sido mejor que los destinos de los personajes se hubieran entrelazado más casualmente y poco a poco, mostrando sus vida separadas, hasta que se conocieran todos. Cuesta creer que ocurran tantos encuentros casuales en tan poco tiempo.
A pesar de todo, hay que valorar que en su estreno, Los Protegidos obtuvo 3.678.000 espectadores consiguiendo un 18, 6% de audiencia y superando a Hospital Central. Habrá que dar una oportunidad a la serie en los siguientes capítulos para ver cómo se desarrolla aunque, de momento, no es tan prometedora como Antena 3 pretendía y sus puntos en común con Héroes (serie que sin duda recomiendo, especialmente a los amantes de los superhéroes y los cómics, y mucho mejor que esta “versión” española) son mucho más que una inspiración.
RAF.