Davos y Stannis caminan por el campamento hablando de la muerte de Renly. Si el Rey siente la muerte de su hermano. Stannis reconoce que sí, pero añora al niño que fue y no al hombre en el que se convirtió y aunque sus vasallos ahora lloren los desprecia por haberle traicionado.

Davos persigue a Stannis instándole a que le cuente la verdad sobre lo que pasó la otra noche. El Rey le insiste en que no tenía que preguntar sobre eso, que nunca iba a hablar de eso y que ya estaba avisado. Intenta cambiar de tema llamando cobardes a los Tyrell, los únicos que han huído en vez de quedarse a rendirle pleitesía y a hacerle la pelota como todos los demás para ganar un favor que habían perdido por traidores.

Mientras Davos le insiste y Stannis rechaza el tema.

“Nunca pensé que ocultaría la Verdad”

Davos le pide que no lleve a Melisandre al asedio de Desembarco. Es extranjera y profesa una religión extraña. Los hombres cuentan que él hace siempre lo que ella dice. Eso no gustará a sus banderizos y puede que huyan.

Stannis le da razón. No irá con Melisandre a Desembarco pero será Davos quien dirija la flota. La verdad es que él, Davos, siempre ha estado al lado del él. Ningún Señor que se marchó con Renly es digno de dirigir el asedio a la capital. Davos no quiere, fue un contrabandista no un soldado pero la respuesta de Stannis es clara. Él le ha sido fiel y ha sido sincero:

“Las verdades son crudas como un arma de doble filo”

– La huída

Brienne y Cat han huído. Se paran a la orilla de un arroyo y hablan sobre la sombra que asesinó a Renly. A las dos les ha parecido Stannis.

Cathelyn quiere ir al campamento de Robb para contarle lo que ha pasado y después marcharse a Invernalia con sus hijos pequeños a los que hace mucho que no ve y que son los que más la necesitan. Brienne le confiesa que ella no conoció a su madre. Cat, para consolarla le cuenta como ella perdió a la suya en el parto cuando era muy joven. El vínculo entre las dos se va creando.

Brienne le pregunta a Cat si cuando esté en su casa y a salvo le dejará marchar. Cathelyn le dice que si quiere vengar a Stannis, por supuesto que quiere. Hizo un juramento y tiene cumplirlo. Después de una breve conversación Lady Stark reconoce que los enemigos de Renly también son los de Robb. Y Brienne aunque no conoce a Robb está dispuesta a servir a Cathelyn ya que reconoce en ella la valentía. El valor que da ser madre y tener que reunirse con sus hijos. Cathelyn le promete que no la retendrá el día que tenga que matar a Stannis.

El momento del juramento es emocionante. Brienne jura por los Antiguos y los Nuevos Dioses que la servirá con su vida. Cat le promete un lugar en su hogar y en su mesa y que nunca le pedirá algo que la deshonre.

Invernalia

Bran sigue encargándose de los asuntos de la Corte junto al maestre Luwin mientras su hermano Rickon parte nueces sin hacer ni caso a los hombres que llegan pidiendo consejo o consuelo o dinero.

Ser Rodrick irrumpe en la sala para nunciar que la Ciudadera de Torrhen ha sido tomada. Creen que por los Lannister pero no se explican como pueden estar tan al Norte. Está muy cerca de Invernalia y Bran le cede 200 hombres para que vayan a ayudarlos.

 “Si no podemos ayudar a nuestros banderizos ellos no nos ayudarán a nostros”

Casi todos los hombres están con Robb haciendo la guerra. Así que aunque el maestre se muestra reacio a dejar Invernalia prácticamente indefensa finalmente accede.

En el patio Hodor carga con Bran y Bran discute con Osha sobre sus sueños. Esos que se suponía que no tenía tal y como contó en el bosque de los dioses. Los dos se echan en cara haber mentido pero Bran le acaba contando el sueño en el que el mar llegaba hasta los muros de Invernalia y  lo inundaba todo. La salvaje intenta tranquilizarlo diciendo que el mar está muy lejos pero no se le ve muy confiada.

Bran, a su vez, le pregunta a Osha sobre qué sabe acerca del cuervo de tres ojos con el que también sueña. Ella dice que al Norte del Muro se dicen muchas cosas… y se acabó la conversación. Aunque las miradas dicen mucho más que las palabras, como casi siempre.

Desembarco del Rey

En la capital la situación entre Tyrion y Cersei no mejora. Los dos beben y hablan pero no es una charla amistosa y Cersei va cargadita. Mientras hablan de la superioridad de Stannis ahora que Renly ha muerto y tiene sus banderizos Cersei saca el tema del viaje de su hija a Dorne. Le hecha en cara a Tyrion que no se preocupa por la seguridad de su sobrina, algo que él, de verdad, niega.

A Tyrion no le interesa esa conversación quiere saber que está preparando el Rey para el asedio pero la reina se resiste a contárselo. Entonces entra en escena Ser Lancel, el primo de la reina y de la Mano queda con Tyrion para contarle la verdad. La conversación, en la que Tyrion le amenaza varias veces para que no le mienta, acaba con una explicación detallada sobre el fuego valyrio. Esa es el arma que Cersei usará para defender Desembarco. Tyrion lo tiene que comprobar.

Tyrion pasea junto a Bronn por un mercado en el que todo el mundo le ofrece cosas. Hablan de Tywin, de qué ocupado está mientras Tyrion sacástico afirma que perder contra Robb debe ocupar sus cinco sentidos. De pronto, oyen a un hombre que proclama la corrupción del Rey ante un grupo de personas. Habla de incesto. Tyrion se ríe y se muestra de acuerdo pero cuando habla de un demonio retorcido que le susurra y Bronn le dice que están hablando de él la Mano se mosquea. Al fin y al cabo está tratando de salvar la ciudad de Stannis y del propio Rey.

Tyrion observa un frasco muy grueso lleno de un líquido verde. Lo sujeta con cuidado, es fuego valyrio. Bron se muestra muy escéptico con el invento. El mercenario cree que las guerras las ganan los hombres no la magia y aunque el alquimista le explica que llevan trabajando en eso años Bron no da su brazo a torcer. Tyrion se muestra mucho más receptivo.

Parece que todas las dudas se disipan cuando el alquimista enseña a Tyrion las reservas de fuego valyrio. Casi 8000 botellas de aquel sustituto del fuego de los dragones. Tyrion ordena que ahora lo fabriquen para él y no para la reina.

Islas del Hierro

Hacía ya un tiempo que Theon no aparecía. Ahora vuelve. En el puerto mientras mira al barco que le ha dejado su padre. La ‘Zorra Marina‘ al fondo y sus hombres comienzan a llegar. Desde el principio dejan bastante claro que la tripulación le desprecia, no se consideran de los suyos y para rematar llega su hermana para reírse de él. Su enorme flota de 30 barcos no cabe allí y debe trasladarla a otro puerto.

Dagnos se le presenta como el primer oficial y desde el segundo cero intenta ganar la confianza de Theon. Él no es un hombre del Hierro y por eso le desprecian:

“Los hombres del Hierro toman lo que quieren no hacen lo que se les dice”

Con un par de miradas complices y poco más convence a Theon para que tomen Torrhen, una ciudadela no lejos de la Costa Pedregosa y que pertenece a Invernalia. Theon le dice que Invernalia se les echará encima. Una mirada sirve para sugerir que deben tomar Invernalia, la tierra de sus hermanos, la tierra que le adoptó y a la que ahora tiene que traicionar para volver a ser hijo de su padre.

– Harrenhall

En la fortaleza que ahora pertenece a Lord Tywin se discute sobre la guerra contra Robb Stark. El gran Lannister comparte mesa con sus banderizos, la mayoría de su familia. Mientras, Arya, llena jarras para servir al que ahora es su señor. Han infravalorado a Robb y la llegada del invierno no supondrá nada para los norteños. Les hará más daño a ellos, caballeros del sur. Mientras discuten uno de los hombres sentados en la mesa sugiere un descanso. Dormir, llevan toda la noche trabajando. En un arranque de ira contenida Tywin le echa y le manda a su casa mientras le amenaza con algo peor.

Arya le va a servir vino a Lord Tywin pero él le pide agua. Cuando se va a retirar para buscarla la llama. Este momento da lugar a la mejor escena del capítulo (o una de de las dos mejores). Lannister le pregunta que de donde es. Arya intenta mentir pero cuando Tywin insiste en el emblema de la casa de sus tierras Arya no se acuerda -de lo que sí se acuerda, seguramente, es de las lecciones de la septa-.

Finalmente acaba reconociendo que es del norte. Esto le sirve como excusa a Tywin para preguntarle que dicen de Robb en el Norte. “Le llaman joven lobo, cabalga sobre y huargo y no puede morir”. Esa es, más o menos la descripción que Arya hace de su hermano. Tywin le pregunta que si ella se lo cree.

“Todo el mundo puede ser asesinado”

Gran verdad y unos segundos en los que se puede masticar el aire. Unos 10 segundos se aguantan la mirada la copera y Lord Tywin. Unos segundos que rebosan odio y rencor. Arya debería incluirle en sus oraciones.

Arya se va a por el agua y se encuentra con Jaqen H’ghar. Una conversación hábil e ingeniosa con reproches mutuos sobre la lealtad. Arya dice que no le ha quedado más remedio que obedecer y convertirse en la copera de su enemigo. Jaquen le replica que sí tuvo elección y él también, antes de convertirse en soldado del León.

Jaqen saca el tema que les ocupa:

“El Dios Rojo tiene sus reglas y solo la muerte puede pagar la vida”

Él le debe tres, el de los tres hombres que liberó Arya gracias a un hacha tendida cuando se estaban quemando. Tres nombres y ni uno más. Ella los pronuncia y él se encarga del resto. No hay vuelta de hoja. Pero Arya ya sabe el primer nombre, ‘El Recordatorio’, el torturador. Con eso vale.

Gendry ha vuelto a su trabajo de herrero. Forja una espada y la prueba ante los ojos de Arya que le corrige la postura. Se oyen gritos y los dos corren. Cuando llegan a los pies de la muralla Arya ve el cadáver de un hombre en el suelo. Es el torturador. Ella dijo su nombre y ahora está muerto. Cuando levanta la vista ve a Jaqen en la muralla, sonriendo. Ella le devuelve el gesto.

– Más allá de El Muro

Fantásticos paisajes rodados en Islandia en los que el frío se puede masticar. Jon y Mormont caminan juntos y cuentan historias sobre Quorin Mediamano mientras se dirigen al Puño de los primeros hombres para, con suerte, reunirse con él. Mientras Sam está contento y feliz. La verdad es que está enamorado de Elí, la hija de Craster y eso le da fuerzas.

Cuando llegan al Puño y comienzan a montar el campamento Sam cuenta historia sobre el lugar más antiguos que la historia.  De pronto, el sonido de un cuerno le interrumpe. Uno, amigos, dos, salvajes y tres los Caminantes Blancos. El remate de Sam deja a todos helados pero no vuelve a sonar nada y Jon distingue las ropas negras sobre el blanco de la nieve. Quorin llega, de momento están salvados.

Quorin y Lord Comandantehablan sobre los salvajes que se divisan desde su posición. Hablan de la nueva condición de los salvajes con Mance Ryder al mando, un ex capa negra que desertó y ahora se ha convertido en su Rey. Los ha organizado y unido cada vez se parecen más a la Guardia de la Noche así que ellos también deben parecerse más a los salvajes. Aunque contemplan la posibilidad de retirarse al Muro finalmente rechazan esa opción.

Quorin dice que deben infiltrarse en el campamento de los salvajes y matar a Mance. Para eso no irá con un gran ejército sino solo él y otros tres de sus hombres. Entonces Jon se ofrece para ir. Aunque Mormont le recuerda que no es un explorador sino su mayordomo no puede negarse cuando Sam se ofrece para cubrir su puesto.

Y ahora, hordas de fans de Jon (Kit Harington), podéis quemarme en la hoguera porque a mi me pone muy nerviosa. Conste que en el libro era uno de mis personajes favoritos pero su falta de evolución me está matando. Lo siento, pero debería empezar a cambiar la cara aunque la tenga congelada. Parece que ni siente ni padece, es como si todo le diera igual. Pone el mismo jeto para encajar una bronca que para ofrecerse como explorador y matar a Mance.

– Qarth

Del Norte al Este. La situación de Daenerys ha mejorado considerablemente. Ya no se viste con harapos, no pasa hambre y no está llena de mierda. Ella y Doreah alimentan al dragón negro. Drogon tiene llama para poder quemar la carne y comérsela. Las dos se divierten y miran al dragón pequeñito que, he de decir, que es una monada. No me extraña que se quedan bobas mirándolo.

Mientras tanto otra de sus esclavas le explica que le a arreglado la ropa y  se le nota celosa de la confianza que tiene Doreah con su señora. Dany, siempre tan correcta, le hace caso. La esclava le muestra un vestido, regalo de Xaro. Debe ponérselo para no hacerle un feo aunque Dany recuerda que la última vez que un hombre le regaló un vestido fue para venderla a Drogo.

El escenario cambia y Dany conversa en una fiesta con otra mujer. Lleva el vestido regalo de Xaro. Se retira de la conversación cuando ve a dos de sus jinetes de sangre discutiendo ante un pavo de oro. Cuando llega Jorah le explica que discuten por llevarse o no el pavo, si pesa demasiado o si solo se van a llevar las piedras preciosas que puedan despegar. Dany zanja la conversación mientras un camarero les ofrece unas copas de vino. Uno de los jinetes coge una, tira el vino y se guarda la copa.

Dany y Jorah hablan sobre la condición de los dothrakis. Dany recuerda que su hermano decía que eran ladrones que se dedicaban a robar lo que hombres mejores habían hecho y Jorah le responde que también sirven para matar a hombres mejores que ellos. De pronto, un hombre los interrumpe.

Se presenta como un brujo de Qarth y representante de la Casa de los Eternos. La invita a ir allí y para demostrar sus poderes le hace un juego de ilusionismo. Y aparece dos veces, está duplicado. Después del numerito Pyat Pree, así es como se llama, se marcha.

Xaro irrumpe en la fiesta y le explica a Dany que la Casa de los Eternos solo son una panda de viejos que se dedican a leer libros viejos y hacer trucos de magia para impresionar. Xaro se lleva a Dany y  Jorah se queda solo. Ve a una mujer enmascarada entre la gente que no hace más que repetirle que la debe cuidar, que ahora lo necesita más que nunca. Después de eso la mujer se va y cuando el caballero se gira la reina ya no está.

Dany y Xaro caminan por un pasillo mientras el mercader le pregunta desde cuando su criado está enamorado de ella. Dany le responde que no es su criado, es su consejero y su amigo y que no está enamorado de ella.  Xaro dice que es muy fácil saber lo que quiere un hombre y cuando Dany le dice que si es tan fácil saber lo que quiere una mujer él le responde que no. Y le pregunta que quiere ella.

Dany le explica sus ambiciones y su aspiración al Trono de Hierro. Es la legítima heredera y quiere su lugar y si tiene que cogerlo por la fuerza lo hará. Xaro la llama ‘Conquistadora’ y entonces Dany le pregunta por sus orígenes humildes y también le llama conquistador puesto que su posición se la ha ganado, nadie se la ha dado. Le pregunta porqué derramó su sangre a las puertas de Qarth. Xaro le dice que si quiere saberlo que vaya con él y se lo enseñara.

Los dos se encuentran delante de la puerta de una cámara acorazada. El mercader explica que es inexpugnable que solo se puede abrir con una llave que lleva colgada del cuello y que la mitad de todo lo que hay dentro puede ser de ella. Pero, ¿a cambio de qué? Le pide matrimonio pero ella lo rechaza. Las riquezas de dentro le podrían proporcionar barcos y un ejército para tomar Poniente ahora que el Rey Robert está muerto y todos se pelean por el trono.

Y llega otra de esas dos mejores escenas de este capítulo. Dany y Ser Jorah discuten sobre la ocasión de viajar a Poniente cruzando el mar. Casarse con Xaro y aprovechar sus riquezas para tomar el Trono de Hierro de una vez por todas. Jorah intenta convencerla de que los apoyos los tiene que buscar en Poniente, no allí, tan lejos.

Es complicado describir el cruce de miradas entre los dos o la cara de perro apaleado del caballero enamorado de su señora. Mientras tanto Dany se da cuenta de que Xaro tenía razón que el que ella creía su consejero y amigo está enamorado de ella pero no puede corresponderle. Ahora sabe la verdad. Después de gritos varios y miradas raras, después de que Dany entienda que Jorah discute por celos ¿o por prudencia? Al fin y al cabo la mujer le advirtió. El caballero le promete que él buscará un barco que la lleve, solo necesita uno para ella y sus dragones. En Poniente buscarán sus apoyos no en las Ciudades Libres.

Y con este hombre me pasa lo contrario que con Jon. Jorah Mormont me caía bien, siento predilección por los personajes imperfectos y cuanto más mejor, pero Iain Glen hace tan cercano al caballero desterrado por esclavismo que me supera. Y me gusta un montón, no lo puedo evitar.

La segunda temporada de Juego de Tronos alcanza su ecuador. Quedan 5 capítulos para que termine y cada episodio, hasta el momento, ha sido más intenso que el anterior. Dado que todavía faltan unas cuantas cosas por pasar es de esperar que esta intensidad continúe aumentando hasta el final.

Promo. 2×05 The Ghost of Harrenhall

http://www.youtube.com/watch?v=4zgkJwWOgqI

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