Salamanca, grupo 2
1. ¿Cómo conociste la Ruta Quetzal?
Una amiga de mi hermano ya fue en el 2007 y aunque era pequeña me quede con el toque porque me empezó a enseñar las fotos, a contar todo lo que habían hecho, todas las experiencias… y me quedé con la cosita esa y dije “cuando sea mi año quiero intentarlo”.
2. ¿En qué consistía el trabajo que presentaste?
Mi trabajo era musical sobre el tema de la Constitución y compuse una obra para guitarra que mezclaba ritmos colombianos con melodías de la zona de Cádiz, para intentar representar la mezcla entre las dos partes del Atlántico.
3. ¿Con qué te quedarías de lo que llevas de ruta?
Es muy difícil porque me quedaría con todo, pero me ha marcado muchísimo la personalidad de la gente de Colombia, son personas súper abiertas, educadas, hospitalarias que no tienen nada pero te dan todo, es impresionante, llegas y no tienen ningún problema. Allí les da igual.
4. ¿Es muy diferente a lo que habías imaginado?
Sí, desde fuera la veía como más dura pero una vez que estás dentro no sé si es porque estás ilusionada que ya te da igual todo, hasta oler mal.
5. La Ruta también es dura y complicada en algunos momentos. Dime algo que vayas a valorar mucho más cuando vuelvas a casa.
Sobre todo cosas que antes tienes a todas horas y que aquí no. Por ejemplo, el agua en sí para beber, porque estábamos todo el día con pastillas potabilizadoras porque te decían “no hay agua” y tenías mucha sed y tenías q ir a rellenarla lejos y esperar media hora como mínimo por la pastillita.
6. Después de haber estado en Colombia y llevar casi un mes fuera de casa ¿qué es para ti la Ruta Quetzal?
Una experiencia única
7. ¿Te gustaría mandar un mensaje a familiares o amigos?
Gracias por haber estado apoyándome cuando he tenido que estar currando el trabajo y también haberme echado una mano, porque hay que reconocer que siempre te ayudan. Siempre están ahí. Me lo estoy pasando genial y no voy a olvidar nunca esta experiencia.
Foto Ángel Colina