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Vicente Álvarez

EL FARO DE AQUALUNG

URUEÑA, PARAÍSO DEL BIBLIÓFILO

Publicado en El Norte de Castilla el 15 de marzo de 2007.
Hoy se alza el telón de una aventura maravillosa. Podemos atrevernos a decir que hoy zarpa un barco que nos llevará por sitios inimaginables. Y todos sabemos que «para viajar lejos no hay mejor nave que un libro». Algo así dijo Emily Dickinson. Por otro lado, el gran Antonio Colinas, en uno de sus preciosos poemas, nos hablaba de un espacio donde se inventa la infinitud de los amarillos, una tierra con más cielo que tierra, un lugar donde la luz llora luz, el lugar donde van a morir las arias de Händel. Urueña es un lienzo abocetado por Velázquez, una antorcha de fuego en las estribaciones de los Montes Torozos, un balcón de plata sobre Tierra de Campos. Urueña es una pequeña villa medieval acunada en siglos de historia, el sueño perdido de doña María de Padilla, la tranquilidad y silencio de la infinita llanura castellana. Urueña es tierra de museos, ciudad de artesanos, encuadernadores y músicos, es el sortilegio devoto y ascético de la Anunciada (hermosísima iglesia extramuros, joya del románico lombardo catalán). Desde hoy, Urueña es además el mágico escenario de la primera Villa del Libro española. En toda Europa ya son cerca de veinte ‘book-town’, ‘buchdorf’, ‘villaggio del libro’ o ‘village du livre’, proyectos culturales y artísticos que giran en torno al libro y que se han constituido como catedrales del libro y de sus secretos y como lugares prodigiosos de encuentro para viajeros y bibliófilos. La maravillosa e hipnótica propuesta de la Villa del Libro de Urueña se centra en un espacio vivo y unificador (el centro e-Lea) y la aportación de diez pequeñas librerías diseminadas por todo el municipio amurallado. Será el santuario del libro y todo lo que ello representa (se ofertarán libros antiguos, grabados, reproducciones, mapas, papel artesanal, ediciones facsímiles de textos jurídicos y un larguísimo etcétera). También, claro está, lo que se encuentra alrededor del libro: encuadernadores, ilustradores o calígrafos (los hijos de Alcuino que estamos en todos partes). El lugar ideal, en fin, para que los amantes de los libros encuentren joyas largamente apetecidas o se topen de improviso con quimeras de contrabando. El centro e-Lea, vertebrador de la Villa del Libro, es presentado como un inmenso espacio donde conviven una parte expositiva y pedagógica (una historia del libro en forma de enorme y virtual palimpsesto titulado ‘Entre líneas’), otra de investigación y documentación, con su biblioteca y mediateca, y el llamado Jardín e-Lea, patio ajardinado destinado a presentaciones de libros, conferencias o coloquios. La idea es maravillosa y depende de nosotros que este barco llegue a buen puerto. Que el libro sea un anzuelo de hipnótico poder para los viajeros. Que Urueña se transforme en refugio y memoria del libro, ahora que hay tantos empeñados en asesinarlo. Que Urueña se convierta en antorcha del pensamiento. Que en Urueña, con un libro entre las manos, encontremos por fin la serenidad que tanto tiempo llevamos buscando. Pues eso, que un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo y en nuestro bolsillo cabe entera nuestra Villa del Libro. «¿Conocéis el lugar donde van a morir las arias de Händel?».

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Sobre el autor

Escribe novelas y cosas así. Sus detractores dicen que los millones de libros que ha vendido se deben a su cara bonita y a su cuerpo escultural. Y no les falta razón. www.vicentealvarez.com


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