Quedan 5 días para la Milán-San Remo. Es el momento de recordarlo, ahora que las televisiones y los periódicos han expulsado al ciclismo al último de los lugares y han preferido aplicarnos la tortura de amenazarnos con los días, horas y minutos que quedaban para el comienzo de la Fórmula 1 y del Mundial de Motociclismo. De hecho, Alberto Contador, uno de los damnificados por la chapucera Operación Puerto, se convirtió ayer en el segundo ciclista español de la historia en ganar la prestigiosísima París-Niza y casi nadie se enteró. Coincide la noticia, además, con el archivo definitivo por parte del juez de la Operación Puerto, la mayor estafa deportiva de los últimos tiempos. He dejado que pasaran unos días para no escribir en caliente lo que pienso de los mafiosos corruptos que han destrozado el ciclismo. Se esperan indemnizaciones multimillonarias. ¿Quién las va a pagar?¿Será el indecente Lissavetzky? ¿Nos volveremos a creer eso de que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario? Se montó un pollo mediático vergonzoso, se destrozaron carreras, hubo filtraciones criminales, expulsaron a patrocinadores y equipos, dejaron el ciclismo como un solar. Ahora se da carpetazo a la Operación Puerto, aunque el CSD lo recurra y el sursuncorda maree la perdiz. Muchos somos los que pensamos que lo han hecho porque tienen miedo de que Eufemiano Fuentes suelte por esa boquita todo lo que sabe e incrimine a una buena parte de los héroes del pasado europeo de atletismo, o ponga en su sitio a la armada española de tenis, a los chicos de oro del baloncesto y a alguna estrella del intocable fútbol. En fin, que no descarto que, como se acercan las elecciones, el PP aproveche el tirón y monte una manifestación pidiendo cabezas. Probablemente, esta vez me convenzan.