Vengo de ver un duelo en la alta sierra: en la mítica cumbre del Aubisque. Cientos de miles de personas aplastadas por un sol inmisericorde a pesar de los cenizos que hablan de la muerte de este deporte. Tal vez porque a la mayoría de los medios de comunicación solo les preocupa una cosa. La verdad, llevo años intentando comprender el por qué de su ensañamiento. Además, estoy completamente seguro de que al ciclismo no lo está matando el dopaje sino la hipocresía. Me cansa hablar siempre de lo mismo. De ignorantes que llaman yonquis a los ciclistas. De periodistas que solo hablan de ciclismo cuando se destapa alguna noticia sobre dopaje. De presuntos aficionados que las únicas bicis que han visto en su vida han sido las de Verano Azul. Voy a dar un dato y termino con este tema. Según el CLPD (el organismo antidopaje francés), durante el primer semestre de este año se han dado 36 positivos en Francia. Doce afectaron al balonmano, 4 al fútbol, 7 al rugby y 5 al ciclismo. Nadie ha hablado de ello. Nadie ha propuesto la majadería de dejar de retransmitir el rugby o el balonmano. Ni ha insinuado la canallada de apartar al fútbol o al atletismo de las Olimpiadas (como acabo de escuchar ahora referido al ciclismo). Ni se han abierto telediarios con estas noticias. Tampoco hay nadie interesado en conocer los nombres de los deportistas que constan en el sumario de la chapucera Operación Puerto (únicamente se han filtrado el 33%, los correspondientes a los ciclistas). Los nombres de futbolistas, tenistas o atletas parecen intocables. Por todo ello, porque me cansa este tema, y porque, como ha dejado escrito Javier Ares, “no defiendo a los ciclistas porque les considere inocentes sino porque me resultan admirables”, quiero compartir con todos un alucinante vídeo que acabo de encontrar. Un vídeo dedicado a los ciclistas (a todos) pero muy especialmente a los que enarbolan como bandera de su cruzada la defensa de la salud del ciclista: un vídeo de la más mítica etapa del ciclismo moderno que he tenido la oportunidad de ver, la famosa etapa del Gavia del Giro 88. Un día en el que Belcebú se apostó en las laderas del Gavia y destrozó con una nevada apocalíptica a todo un pelotón. Hombres que se refugian en los coches y no quieren seguir pedaleando. Hombres llorando, desmayados, muertos en vida… Y eso que no se conservan imágenes del descenso del Gavia donde el infierno se instaló durante unas horas. Pues eso, para ellos, para los que tanto velan por la salud de los ciclistas. Y también, claro, para los ingenuos que piensan que estas salvajadas se hacen comiendo simplemente espaguetis.