>

Blogs

Vicente Álvarez

EL FARO DE AQUALUNG

TEN NEW SONGS

Tras nueve años encerrado en un convento budista, el gran poeta de la música regresó con un nuevo disco titulado sencillamente “Ten new songs”: diez temas de belleza devastadora tratados con tono intimista y susurrados por la voz profunda de amante fumador y alcohólico que siempre caracterizó a Leonard Cohen, tal vez más profunda, ebria, triste y susurrante que nunca. En su regreso, el fascinante juglar del amor llegó acompañado de una vieja amiga, Sharon Robinson, coautora, productora y creadora de las atmósferas electrónicas por las que cabalga la inigualable poesía de LC, lejos de los aires agitanados-folk de sus canciones antiguas. En todo caso, la aureola mística de su figura y de su música permanece intacta y los jirones de voz de LC siguen meciéndose con la poesía y las seductoras e imprescindibles voces femeninas que siempre le acompañan. Ahora, las nuevas melancolías llegan envueltas en un agradable sentimiento de paz interior, como si gracias a la oración zen y a la insoportable dictadura del tiempo, el viejo poeta se hubiera librado por fin de la tiranía del deseo (“Confinados al sexo, empujamos contra los límites del mar. Vi que no quedaban más océanos para los carroñeros como yo”). Sin embargo, nada es tan sencillo como nuestras vidas secretas: “Me muerdo el labio, compro lo que me dicen: desde el último éxito a la sabiduría del viejo. Pero siempre estoy solo y mi corazón es como el hielo y está atestado y frío en mi vida secreta”. Seguimos teniendo al mismo poeta cantando a los viejos amores que han quedado a un millar de besos de profundidad, al poeta que cierra el Libro del Deseo, al que pertenece por fin a Babilonia, al poeta de los crucifijos descruzados, al que vaga por la oscuridad de los ríos, al que regresa eternamente a la calle Boogie (“todavía recuerdo los placeres que conocimos, los ríos y la cascada donde me bañé contigo. Allí estaba, tan extasiado por tu belleza, que me habría arrodillado para secar tus pies”). La vieja historia del hombre despechado que ha amado a la mujer equivocada (“Barrí las salas de mármol, pero tú me tiraste por tierra. Me impediste creer, hasta que me permitiste saber que yo no soy el que amas”), el perdedor que nos recita oraciones sobre la evanescencia y derrota del amor (“Yo luché contra la botella pero tenía que hacerlo borracho. Llevé mi diamante a la casa de empeños, pero eso no lo convierte en una baratija”), el poeta que echa mano de Kavafis (1) y despide para siempre a su gran amor que se marcha mientras caen sobre él las voces y el vino. Definitivamente, Leonard Cohen es mi poeta de cabecera, mi mejor medicina para seguir vivo, el gurú de mis noches tristes. Y “Ten new songs”, la Biblia de mis recuerdos inolvidables, un disco de una belleza tan deslumbrante que, realmente, duele. “Te echo tanto de menos, no hay nadie a la vista, y todavía estamos haciendo el amor, en mi vida secreta”.

Temas

Sobre el autor

Escribe novelas y cosas así. Sus detractores dicen que los millones de libros que ha vendido se deben a su cara bonita y a su cuerpo escultural. Y no les falta razón. www.vicentealvarez.com


diciembre 2007
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31