Ya nos han vuelto a poner los dientes largos. Con motivo del reciente 30 aniversario de la publicación del mítico “Oxígeno”, el disco que revolucionó la música electrónica de la mano de Jean Michel Jarre, anuncian una minigira que le traerá a España a tocar en Madrid, Barcelona y en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid. En ella, el músico francés rescatará su colección de viejos sintetizadores analógicos (los mismos con los que grabó su disco treinta años atrás) y volverá a regalarnos oxígeno para seguir viviendo. Tal vez por todo ello he desempolvado mi viejo vinilo de Oxígeno y he vuelto a escuchar esta obra maestra por la que parece que no pasan los años. Jarre, hijo del prestigioso compositor de bandas sonoras Maurice Jarre, asombró al mundo con apenas 27 años cuando compuso y grabó en su casa (con una grabadora de ocho pistas y más de 50 sintetizadores) el que se iba a convertir en el álbum más influyente y trascendental de la música electrónica. Sonidos burbujeantes, melodías de sintetizador que transpiran una sensibilidad desconocida hasta el momento, fondos etéreos de sonoridad inigualable, movimientos musicales largos, solemnes y sinfónicos, un pequeño homenaje a Ravel y una melodía pegadiza en la cuarta parte del disco que no paró de escucharse durante 1977: todo ello está en un disco que, además, lanzó en aquel momento un premonitorio mensaje sobre el peligro que acechaba al medio ambiente (la portada del álbum representa al planeta Tierra partido y con la forma de una calavera). Jean Michel Jarre siempre ha sido un incansable buscador de nuevas experiencias, un músico abierto a nuevos retos, un creador de espectáculos multimedia fantasiosos. Su último desafío no es otro que tocar en Valladolid (ciudad gafada para los grandes conciertos) el próximo 23 de abril. Que los dioses de la electrónica le pillen confesado.