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Vicente Álvarez

EL FARO DE AQUALUNG

LA ANTORCHA REPUDIADA

Publicado en El Norte de Castilla el 10 de abril de 2008.

Se veía venir. La antorcha olímpica está siendo repudiada en las ciudades por las que va desfilando. En el encendido de la llama, en la antigua Olimpia, ya comenzaron los incidentes. En Londres sufrió la humillación de ver cómo activistas protibetanos apagaban su simbólica llama de unidad internacional. En París la tuvieron que subir a un autobús y, a pesar de las impresionantes medidas de seguridad, dignas de un jefe de estado, las autoridades tuvieron que interrumpir el recorrido sagrado. En San Francisco se teme que ocurra algo parecido y Richard Gere y sus monjes están preparados para incendiar el Golden Gate. Ya se han planteado, incluso, suspender el recorrido previsto por otros países. La chispa que encendió la mecha de esta rebelión anti-olímpica ha venido provocada por la sangrienta represión contra monjes y civiles en el Tíbet hace apenas una semana, penúltimo capítulo del genocidio que está teniendo lugar en aquel país con el beneplácito del mundo entero, el mismo que, en su día, no dudó en otorgar la organización de las Olimpiadas a China. Un país en el que no dejan de crecer las detenciones a los críticos con el gobierno; un país que se pasa por el arco de triunfo todos los derechos democráticos fundamentales; un país de desarrolla una geopolítica de agresiones terrible (Sudán, Tíbet, Birmania….); un país que tiene oficializada, y a pleno rendimiento, la pena de muerte; un país en el que existen 4000 campos de concentración (de «rehabilitación» o de «trabajo», dicen ellos); un país que, para organizar estos JJ. OO., ha puesto en marcha un plan de urbanización brutal, destruyendo barrios populares y expropiando tierras de manera indiscriminada a las clases pobres. Sabiendo todo esto, ¿por qué el COI concedió la organización de los JJ. OO. a China? Todos nos lo imaginamos: no hay deporte más olímpico que el de los negocios olímpicos. El COI vio la oportunidad de llenar las arcas y se olvidó de repente de los 10.000 asesinados en Tiananmen, de la terrible contaminación atmosférica de Pekín, de la represión de los monjes budistas, de la situación en el Tíbet, de los represaliados políticos, de los métodos dopantes utilizados sistemáticamente dentro de una política de estado en la que sólo vale ganar. Ya se han denunciado decenas de casos de malos tratos infantiles: padres desalmados que se transforman en entrenadores de sus retoños e idean inhumanos planes de entrenamiento como el de hacer nadar a unos niños durante horas con las manos y los pies atados. Ha trascendido también el caso de una niña de 8 años que había recorrido 3.500 km. en dos meses, levantándose todos los días a las 2,30 de la madrugada para recorrer 65 km. mientras su padre la seguía con una bicicleta motorizada. Ahora, tras los incidentes con la antorcha, algunos dirigentes políticos, encabezados por Sarkozy, amenazan con la chorrada de boicotear la ceremonia de inauguración. Lo dice el mismo tipo que no hace mucho bajaba de un avión procedente de China mostrando orgulloso los acuerdos comerciales que acababa de firmar. No nos engañemos, la única presión que puede resultar efectiva sería la de romper esos acuerdos comerciales. Por supuesto, nadie está dispuesto a hacerlo y a perder 1.300 millones de potenciales compradores. De hecho, últimamente empresarios y políticos peregrinan a Pekín como si fuese Lourdes o Fátima. El resto sólo sirve para lavar conciencias y para practicar la socorrida hipocresía occidental.

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Sobre el autor

Escribe novelas y cosas así. Sus detractores dicen que los millones de libros que ha vendido se deben a su cara bonita y a su cuerpo escultural. Y no les falta razón. www.vicentealvarez.com


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