El sargento Lloyd Hopkins regresa en esta segunda entrega de su famosa trilogía. En “Because the night” nos volvemos a encontrar con un policía corrupto e incorruptible a la vez, un tipo que se mueve entre el crimen y la ley, entre la culpa y la inocencia, un hombre reprimido y violento que también tiene su corazoncito. James Ellroy insiste en fundir sus infiernos íntimos y siniestros con la inmundicia de una nación neurótica, se empeña en seguir enfrentando a los perros de caza y a los cerdos salvajes, reconciliados eternamente bajo las estrellas. Y lo hace con su particular narrativa telegráfica de frases cortantes, precisas y demoledoras; con sus tramas laberínticas, su brutalidad descarnada, su característica dureza y oscuridad. Una alucinante ópera de violencia llena de sangre, muerte y soledad. También de personajes deshonestos, perdedores, sombríos, desilusionados. Sin moral, sin escrúpulos y sin esperanza. La fuerza de las novelas de James Ellroy radica, sobre todo, en su hipnótica prosa. El autor favorito de Hollywood escribe a puñetazos, sin dar respiro alguno y, por el camino, convierte a la denostada novela policíaca en la madre de todos los géneros. “A causa de la noche” (la “Because the night” de reminiscencias springstinianas) es un eslabón más de una obra portentosa. Una de las más portentosas y recomendables de la literatura actual.