Tenía 17 años y estaba en cama con un gripazo de campeonato. Mi madre me dijo que se iba a acercar al centro, que si quería algo. Yo le comenté, en voz baja, con fiebre y sin ninguna esperanza de que atendiera a mi capricho, que había salido el último disco de Camel, que lo había visto en Marny…. Un par de horas después llegó mi madre trayendo entre sus manos el “Nude”. No sé si tiene algo que ver (sospecho que sí), pero este vinilo que me regaló mi madre aquel día, es uno de los discos de mi vida.
“Nude” fue grabado en los estudios Abbey Road, de Londres. Andy Latimer había tomado por completo las riendas del grupo y, rodeado de fantásticos músicos y de un ambiente muy especial (¡con Kate Bush preparando el té!), dio a luz un álbum conceptual basado en la historia real de un soldado japonés que había quedado perdido en unas pequeñas islas durante la Segunda Guerra Mundial, y que vivió durante décadas creyendo falsamente que la guerra continuaba. Camel siempre fue el grupo de rock progresivo con mayor glamour y sensibilidad. Sus discos estaban repletos de composiciones preciosistas, pausadas, introspectivas y delicadas. “Nude” es un álbum casi por completo instrumental con múltiples variaciones melódicas: piezas con buenos toques orientales, temas rítmicos y enérgicos, canciones atmosféricas y preciosas melodías delicadas e intimistas. Una joya desconocida y memorable. Imprescindible.