– La profesión de cada uno suele estar determinada muchas veces por su personalidad. Lo mejor de mi profesión es que no tengo que tomar decisiones porque quién tiene que morir, cuándo tiene que morir y dónde tiene que morir lo planean otros.

– A veces me pregunto si una compañía de seguros aseguraría a un asesino profesional. La verdad es que quiero comprarme un seguro pero no sé a quién debería de poner como beneficiario.

– Podéis pensar que ganamos un montón de dinero pero, ¿cuánto vale una vida humana?

– Olvídale y será como olvidarlo todo. Será como perder el norte, perderse. Olvídale y será como olvidar la alegría de vivir. Será como una puñalada en el corazón.

– Dicen que las mujeres están hechas de agua. Y algunos hombres también.

– Unos días más tarde la invité a ir a un segundo partido. No apareció. Creí que pronto se olvidaría de Johnny, pero me equivoqué. Fue a mí a quién olvidó. Me quedé hasta después que hubo acabado el partido. Y mientras se apagaban las luces del estadio, comprendí que nunca volvería.

– Cuando vives en una maleta, no necesitas tener un lugar en propiedad.

– Y justo cuando más necesito un cobijo, él vuelve conmigo. Ojalá no pare nunca de llover.

– Tal vez mañana te guste más.

El Wong Kar Wai de sus primeras películas, el que aún no quería susurrar, sólo golpear, ser joven. Cine hipnótico, extraño, frenético, con ritmos envolventes y alucinantes efectos visuales gracias a un impresionante manejo de la cámara y a la originalísima utilización de técnicas de videos musicales: cámaras lentas, filtros químicos, alternancia de blancos y negros, cámaras imposibles, atmósferas fugaces y melancólicas, escenas organizadas a través de colores, ritmos envolventes basados en una inolvidable banda sonora…. Un fabuloso mosaico de la vida nocturna de Hong Kong. Un cuadro en movimiento. Un cuento de hadas oscuro protagonizado por almas perdidas de la noche, por ángeles caídos que sólo buscan un hombro donde llorar sus penas y su soledad.