¿Han sido alguna vez protagonistas de un amor secreto, de un amor imposible? ¿Han deseado a alguien durante muchos años? “El amor en los tiempos del cólera” está dedicado a todos aquellos que han amado alguna vez en silencio. En esta prodigiosa novela de Gabriel García Márquez seguimos la vida sigilosa y de cazador solitario de Florentino Ariza; su educación sentimental y su amor eterno, intemporal, paciente e incombustible por Fermina Daza. Una historia de amor ubicada en un escenario caribeño abotargado de olores y sabores únicos que el maestro colombiano describe con precisión quirúrgica y con un uso prodigioso del lenguaje. Florentino Ariza, eternamente vestido con levita, sombrero de tinieblas, botines charolados y lazos de poeta en el cuello, se había pasado toda su vida consumido en las brasas de un amor temerario y escuchando boleros capaces de astillar corazones. Por ello estaba plenamente convencido de haber amado en silencio mucho más que nadie jamás en este mundo. Y por ello supo esperar 51 años, 9 meses y 4 días.

Aunque el amor es el protagonista indiscutible de esta novela, García Márquez toca con su prodigiosa pluma otros muchos temas, eso sí, siempre con el común denominador del amor: la nitidez perversa de la nostalgia, la determinación ciega de los amores contrariados, los tormentos de la memoria, la intemporalidad del amor o la posibilidad de amar a varias personas al mismo tiempo (se puede estar enamorado de varias personas a la vez, y de todas con el mismo dolor, sin traición ninguna: “el corazón tiene más habitaciones que un hotel de putas”). La genialidad de este poderoso invento de ficción viene dada, por supuesto, por el estilo único de García Márquez, por el paciente y certero uso del término justo, por la música del lenguaje, por el deleite de las palabras, por el aliento exótico y la inabarcable belleza de su prosa. Algo que hace posible que las lágrimas atragantadas desde 51 años, 9 meses y 4 días atrás lleguen hasta nosotros con el aroma de las almendras amargas: el verdadero olor de los amores contrariados.