Siempre le recordaré como el protagonista de la estupenda serie “Norte y Sur” y, sobre todo, como uno de los “Rebeldes” de Coppola, aquel hatajo de mocosos, el famoso brat pack, cuyo nombre remitía al rat pack que en los cincuenta lideró Frank Sinatra junto a Dean Martin y Sammy Davis Jr. En aquel film de culto, Francis Ford Coppola dio la primera oportunidad a un grupo de chavales que luego se comerían Hollywood: Tom Cruise, Matt Dillon, C. Thomas Howell, Ralph Macchio, Emilio Estevez, Diane Lane. Allí también estaba Patrick Swayze, que acabó finalmente triunfando con dos taquillazos memorables: “Dirty Dancing” y “Ghost”. Por cierto, en la primera compuso y cantó una preciosa balada: “She’s like the wind”. Una historia de amor imposible en la que susurra cosas como: “Ella cabalga la noche a mi lado, me guía a través de la luz de la luna para quemarme junto al sol. No puedo mirar sus ojos, ella está fuera de mi alcance. Sólo soy un tonto por creer que tengo todo lo que necesita. Ella es como el viento. Miro en el espejo y todo lo que veo es un joven viejo con sólo un sueño. Me estoy engañando pensando que ella detendrá el dolor. Vivir sin ella me volverá loco. Ella es como el viento”.
Los finales felices, claro está, sólo se dan en el cine.