Publicado en El Norte de Castilla el 25 de noviembre de 2010
Regresa la crisis y vuelven a atemorizarnos. Forma parte de su plan. Nos preparan para que nos bajemos sumisamente los pantalones. Para que volvamos a hacerlo. Pim, pam, pum, fuego. Un rescate de bancos más, un puñado de conquistas sociales menos. Por el camino, nos olvidamos de otros problemas. Al menos lo intentan. Lo que no saben es que nos quema el remordimiento porque el Sáhara arde. Han pasado ya más de dos semanas desde el brutal desmantelamiento del campamento de Gdaim Izik y quieren que miremos a otro lado. No lo consiguen ni siquiera dentro de su propio partido. El ministro de interior marroquí aterriza en España, da una rueda de prensa y dice que la intervención fue pacífica y que la sombra de Al Qaeda sobrevolaba el campamento. El Gobierno español dice amén. Lástima que circulen vídeos que demuestran que los soldados marroquíes sí que portaban armas; lástima que unos cuantos activistas españoles hayan confesado que hubo disparos, una represión brutal, muchos muertos y desaparecidos; lástima que los periodistas no puedan decir ni mu porque no les dejan entrar. Y los que lo hicieron, fueron expulsados y tratados como delincuentes. Ni luz ni taquígrafos. El Gobierno español sigue sin condenar porque no tiene datos oficiales. Bueno, los tiene. Se los da Marruecos y todos tan contentos. Que nadie levante la voz. Ni siquiera los titiriteros, tan criticados por la derechona por su rechazo a la guerra de Irak. Ahora han vuelto a salir a la calle para defender al pueblo saharaui, algo que ha provocado dos reacciones que producen vergüenza ajena. Por un lado, la ministra de cultura pidiendo sin el más mínimo rubor a los actores que no opinen sobre el Sáhara. Por otro, el PP, que jamás ha movido un dedo por el pueblo saharaui, acudiendo a manifestaciones, haciéndose fotos y calculando réditos electorales. Algo apesta cuando la diplomacia y los intereses (políticos, de defensa, económicos) están por encima de los derechos humanos. Por cierto, ¿dónde están los organismos internacionales que imparten justicia? ¿Qué es eso de la justicia?