Y el undécimo mandamiento: “Santificarás el recuerdo de tus ídolos de infancia”. Cardeñosa, Amarillo, Yáñez, Da Silva y Fenoy no aflojan. Entre todos podemos. Tic-Tac. Corazón blanquivioleta. ¡Estamos de vuelta!
Escribe novelas y cosas así. Sus detractores dicen que los millones de libros que ha vendido se deben a su cara bonita y a su cuerpo escultural. Y no les falta razón.
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