Fred Valiant, matemático y astronauta, ha sido condecorado por la Academia de Ciencias de Missouri gracias a un estudio científico que Valiant no recuerda haber escrito. Sin embargo, cuando llega a recibir la condecoración, parece conocer el Instituto como si hubiese estado allí en alguna ocasión anterior. ¡El sabe que nunca ha estado! Decide escaparse a Las Vegas para reflexionar y poner en orden su cabeza y, aunque sabe que tampoco había visitado nunca Las Vegas, vuelve a sentir lo mismo, como si conociese la ciudad a la perfección. Es más, su mente parece ir buscando un coche concreto y no para hasta encontrarlo. En su interior, aparece una mujer muerta. Su nombre es Irina Baser y se aloja en su mismo hotel.  Se acerca a su habitación y allí le espera una mujer que le apunta con un arma. Es amiga de Irina y, según ella, Valiant e Irina vivían juntos. De hecho, le enseña una fotografía donde aparecen ambos. Sin embargo, Valiant está seguro de que no la conocía de nada, ni tampoco la casa en la que parecían vivir.

¿Se está volviendo loco? “¿Podemos admitir la teoría de que un ser vivo exactamente igual que yo, pero un millón de años más viejo, haya llegado a la Tierra desde más allá de nuestra galaxia?”. A Silver Kane no se le pone nada por medio. En esta ocasión, nos regala una novela de ciencia-ficción dentro de la colección “La conquista del espacio”. Aunque, para ser sinceros, Silver Kane no escribe novelas del oeste, ni policíacas, ni de terror, ni de ciencia-ficción, sino más bien un cocktail cañí y friki de todos los géneros en uno. El género Silver Kane, vaya.